Puntuación: 0,5/5
Fecha: 29 Octubre
Lugar: MegaPark (Barakaldo)
Precio: 18€ para dos personas.
Nada. No tengo nada bueno que decir de este sitio.
Otro sábado más que tenemos que comer fuera. Hace algún tiempo que no íbamos a MegaPark y hemos decidido acabar allí. Después de mirar alguna tienda nos hemos puesto a elegir restaurante.
Hace tiempo que llevábamos viendo un sitio llamado Chicken's Farm, donde sólo dan pollo. Puedes pensar que es algo estilo Coronel Kentucky, pero algo, un sexto o séptimo sentido, nos había avisado en ocasiones anteriores para que no entráramos allí. Pero hoy, a pesar de que ese sentimiento extraño estaba ahí hemos optado por entrar y darle un voto de confianza al sitio. Craso error.
Vemos la carta antes de entrar. La última vez que vimos el sitio no tenía ni la mitad de cosas que ahora, y hemos pensado que habían añadido (y mejorado) su oferta culinaria. Entramos, nos sentamos en una mesa de 4 libre, porque la única de dos que había libre tenía todavía la bandeja de los anteriores, y pensamos en qué pedir. Un menú Tractor para 2 personas. Supone 10 piezas de pollo (2 sticks, 3 alitas, 3 muslitos, 2 contramuslos, patatas, ensalada y 2 bebidas).
En cuanto lo tenemos pensado voy a la barra a pedir, tiene pinta de que como no vayas rápido empieza a crecer la cola y ahí te quedas.
Lo pido, lo pago, y mientras el anterior tio le pregunta a ver dónde está el número en el ticket me voy a mi mesa con dos cocacolas de máquina. Las 14:20h.
El 0,5 de puntuación se lo llevan porque al pasar el turno suenan pollos y gallinas para que estés atento. Tiene gracia las dos primeras veces.
Más de media hora después de pedir viene el chaval que atiende (hay dos personas para atender, cobrar y recoger mesas) y nos dice que a ver si nos podemos mover a una mesa de dos y dejar la de cuatro libre. Me muevo porque quiero mi comida, ya.
(Sonido de pollo) Número 627, nos toca. Las 15:15h. Previamente una pareja había vuelto a la barra con toda su comida a quejarse, supongo que por estar fría o poco hecha.
Me levanto y me acerco a la barra que la teníamos al lado. Cojo la bandeja, me indican que tengo mostaza, ketchup, mayonesa y aliño para ensalada a mi disposición y me ofrecen pan muy educadamente.
Empezamos a comer. La mostaza sabía más a vinagre que la propia vinagre. No les echemos la culpa a ellos, puede estar pasada sin más. La ensalada normal, sin más. Las patatas con cortes irregulares, pero no por ello van a ser frescas. No están demasiado calientes pero bueno, podría ser peor.
Pasemos al pollo. Si por esperar 55 minutos me hubieran dado unos de los trozos más sabrosos de pollo de toda mi vida pues vale, me hubiera callado. Pero no. ¿Sabéis ese pollo de los restaurantes bufet libre chinos? Pues el sabor igual, o incluso peor. Con una cobertura de fritanga aceitosa sin sabor alguno y con el pollo poco hecho (seguramente por culpa de esta coraza) te preguntas qué cojones han estado haciendo con mi pollo dentro de esa cocina durante ¡una hora! Vamos aver, si tardas una hora para hacerme bien la comida y que el pollo esté crujiente, vale. Si tardas una hora y me das un pollo frío, que no acaba de salir de una freidora porque estaría hirviendo, ¿qué has estado haciendo? Porque cocinar desde luego que no.
Sin ganas de acabar ese triste pollo y con menos ganas aún de pedir un postre para que tarden otra hora nos hemos ido para no volver.
Página web: Chicken's Farm
Si hay una cosa que además de ser necesaria para vivir nos llena de placer es la comida. Creo que compartir esos lugares es lo mejor que podemos hacer para disfrutar comiendo.
domingo, 30 de octubre de 2011
martes, 25 de octubre de 2011
La Florinda
Puntuación: 4/5
Fecha: 15 Octubre
Lugar: La Alhóndiga. Bilbao
Precio: 15€ aprox. por persona.
Quedamos los de clase por la tarde, bueno, al final sólo estamos 2. Entre unas cosas y otras es difícil reunirnos. Como cabía la posibilidad de que mis amigos salieran a cenar y eran pocos también pues nos juntamos todos (seis en total) y nos fuimos a cenar después de estar tomando algo.
La idea original era ir al Tagliatella de Pozas, y allí fuimos sobre las 22:30h. Ya en la puerta se ve que hay gente esperando para entrar y que el local está lleno, y como no sabiamos cuántos íbamos a ser pues no llamamos para reservar. Que no hay sitio.
Punto y a parte de este tema, no se dónde está la crisis. Como bien diría Igortxo una semana más tarde, no todo el mundo tiene crisis, los que la tengan estarán jodidos pero los que no pues siguen tan ricamente. Si, es así. Pero la situación general del país es de una crisis, y de las malas, pero si vas a cenar por ahí cualquier día no te da la sensación de que el país esté sumido en esa profunda crisis de la que hablan. No veo que la gente salga menos que hace 4 años. Pero me estoy desviando del tema.
Llamamos al otro Tagliatella, al de Gardoki, y nos dicen que ahora mismo no hay sitio, pero que llamamos en 10 minutos y nos podrán decir si para las 23:15h tenemos una mesa. De mientras hacemos tiempo buscando otros sitios. Vamos a otro y lo mismo, lleno. Nos vamos camino de la calle Gardoki y a mitad de camino aparece La Alhóndiga, un antiguo almacén de vino de principios de 1900. Y sabemos que allí hay tres restaurantes, uno de ellos asequible económicamente. Entramos y como uno de los amigos conoce al gente de La Florinda, entra a preguntar y conseguimos una mesa para 6. En 5-10 minutos estamos sentados.
El local es curioso, tiene una cocina en mitad del restaurante, y una zona con lo que parece un self-service de bebidas y ensaladas.
Tiene unos ventanales enormes que dan mucha luz y vistas a la calle.
El mantel es la carta, así que puedes mirarlo todo el tiempo que quieras, pero claro, mientras lo mires no te vienen a tomar nota. A parte de que cuesta mucho decidirse porque hay cantidad de cosas y todas de diversas culturas.
Les tuvimos que llamar porque no venían, claro, llevábamos un cuarto de hora diciendo "no, no, no! esto, esto, que tiene buena pinta!". Pedimos un par de ensaladas, una para cada chica, y para los chicos una Fondue de queso y salchichas alemanas (las de carne no son fondues!! no me cansaré de decirlo nunca! una fondue de carne es una freidora!) para compartir y un plato de Cremoso arroz negro con txipis e Idiazabal, un plato de Risotto de Parmigiano-Reggiano, otro de Fideua de rape y langostinos con ali oli Suave y Tallarines con salsa carbonara.
No se si porque había bastante gente o si es que el queso de la fondue debe alcanzar un punto de fusión de 1300ºC pero tardaron un triunfo en servirnos la fondue. Las ensaladas las trajeron bastante antes si no recuerdo mal, no nos pareció del todo bien que unos comensales tuvieran la comida servida y otros tuvieran que esperar todavía un buen rato.
Bueno, por fin nos traen la fondue acompañada de pedacitos de pan crujientes y unas pocas salchichitas alemanas. Pues nada, a untar que esta muy bueno. Hay una vela debajo de la fuente de la fondue. Al principio pensamos que sólo era de adorno, cómo una triste velita podía calentar cosas. Pero 15 minutos después el queso seguía burbujeando, y si movías la vela burbujeaba por otra parte, justo encima de la vela. Curioso.
Después nos trajeron a cada uno nuestro plato. De mientras ellas seguían batallando con sus ensaladas. No había visto tanta lechuga junta nunca.
Las raciones, grandes, llenaban mucho. Mi risotto estaba muy bueno, el queso suave sin resultar empalagoso, el arroz no estaba demasiado líquido. Me acabé el plato con gran esfuerzo, tanto que luego no pedimos postre.
El ali oli que acompañaba a la fideua estaba tremendamente suave, no parecía un ali oli normal, el típico que vemos con el perejil y todo. Estaba algo más líquido y muy bueno.
Después apareció Igortxo para vernos acabar de cenar y más tarde el "Master" del universo que nos esperaba fuera fumando.
Todos salimos contentos con nuestros platos, y bien llenos.
Página web: www.restaurante-laflorinda.com
Nota: La wikipedia hace alusión a la Fondue de carne, pero se llama borgoñona, y en palabras del cocinero Audy, eso no es una fondue.
Fecha: 15 Octubre
Lugar: La Alhóndiga. Bilbao
Precio: 15€ aprox. por persona.
Quedamos los de clase por la tarde, bueno, al final sólo estamos 2. Entre unas cosas y otras es difícil reunirnos. Como cabía la posibilidad de que mis amigos salieran a cenar y eran pocos también pues nos juntamos todos (seis en total) y nos fuimos a cenar después de estar tomando algo.
La idea original era ir al Tagliatella de Pozas, y allí fuimos sobre las 22:30h. Ya en la puerta se ve que hay gente esperando para entrar y que el local está lleno, y como no sabiamos cuántos íbamos a ser pues no llamamos para reservar. Que no hay sitio.
Punto y a parte de este tema, no se dónde está la crisis. Como bien diría Igortxo una semana más tarde, no todo el mundo tiene crisis, los que la tengan estarán jodidos pero los que no pues siguen tan ricamente. Si, es así. Pero la situación general del país es de una crisis, y de las malas, pero si vas a cenar por ahí cualquier día no te da la sensación de que el país esté sumido en esa profunda crisis de la que hablan. No veo que la gente salga menos que hace 4 años. Pero me estoy desviando del tema.
Llamamos al otro Tagliatella, al de Gardoki, y nos dicen que ahora mismo no hay sitio, pero que llamamos en 10 minutos y nos podrán decir si para las 23:15h tenemos una mesa. De mientras hacemos tiempo buscando otros sitios. Vamos a otro y lo mismo, lleno. Nos vamos camino de la calle Gardoki y a mitad de camino aparece La Alhóndiga, un antiguo almacén de vino de principios de 1900. Y sabemos que allí hay tres restaurantes, uno de ellos asequible económicamente. Entramos y como uno de los amigos conoce al gente de La Florinda, entra a preguntar y conseguimos una mesa para 6. En 5-10 minutos estamos sentados.
El local es curioso, tiene una cocina en mitad del restaurante, y una zona con lo que parece un self-service de bebidas y ensaladas.
Tiene unos ventanales enormes que dan mucha luz y vistas a la calle.
El mantel es la carta, así que puedes mirarlo todo el tiempo que quieras, pero claro, mientras lo mires no te vienen a tomar nota. A parte de que cuesta mucho decidirse porque hay cantidad de cosas y todas de diversas culturas.
Les tuvimos que llamar porque no venían, claro, llevábamos un cuarto de hora diciendo "no, no, no! esto, esto, que tiene buena pinta!". Pedimos un par de ensaladas, una para cada chica, y para los chicos una Fondue de queso y salchichas alemanas (las de carne no son fondues!! no me cansaré de decirlo nunca! una fondue de carne es una freidora!) para compartir y un plato de Cremoso arroz negro con txipis e Idiazabal, un plato de Risotto de Parmigiano-Reggiano, otro de Fideua de rape y langostinos con ali oli Suave y Tallarines con salsa carbonara.
No se si porque había bastante gente o si es que el queso de la fondue debe alcanzar un punto de fusión de 1300ºC pero tardaron un triunfo en servirnos la fondue. Las ensaladas las trajeron bastante antes si no recuerdo mal, no nos pareció del todo bien que unos comensales tuvieran la comida servida y otros tuvieran que esperar todavía un buen rato.
Bueno, por fin nos traen la fondue acompañada de pedacitos de pan crujientes y unas pocas salchichitas alemanas. Pues nada, a untar que esta muy bueno. Hay una vela debajo de la fuente de la fondue. Al principio pensamos que sólo era de adorno, cómo una triste velita podía calentar cosas. Pero 15 minutos después el queso seguía burbujeando, y si movías la vela burbujeaba por otra parte, justo encima de la vela. Curioso.
Después nos trajeron a cada uno nuestro plato. De mientras ellas seguían batallando con sus ensaladas. No había visto tanta lechuga junta nunca.
Las raciones, grandes, llenaban mucho. Mi risotto estaba muy bueno, el queso suave sin resultar empalagoso, el arroz no estaba demasiado líquido. Me acabé el plato con gran esfuerzo, tanto que luego no pedimos postre.
El ali oli que acompañaba a la fideua estaba tremendamente suave, no parecía un ali oli normal, el típico que vemos con el perejil y todo. Estaba algo más líquido y muy bueno.
Después apareció Igortxo para vernos acabar de cenar y más tarde el "Master" del universo que nos esperaba fuera fumando.
Todos salimos contentos con nuestros platos, y bien llenos.
Página web: www.restaurante-laflorinda.com
Nota: La wikipedia hace alusión a la Fondue de carne, pero se llama borgoñona, y en palabras del cocinero Audy, eso no es una fondue.
lunes, 24 de octubre de 2011
Batzoki de Indautxu
Puntuacion: 3,5/5
Fecha: 22 Octubre
Lugar: Particular de Indautxu, 7-9. Bilbao.
Precio: 22€ por persona aprox.
Otro fin de semana más con clases de inglés y después... a ¡comer!
Y para seguir fomentando la hostelería bilbaína nos vamos a Indautxu, al Batzoki. Aparcamos el coche en el parking de la Alhóndiga por cercanía (si, podíamos haberlo aparcado en el parking de Indautxu, pero nunca había entrado en el otro) y vamos hacia allí.
Entramos y preguntamos a ver si hay sitio, y nos dicen que dentro no hay para dos, que si queremos fuera o arriba. Mi cara de "arriba?! eso no es también dentro?" ha tenido que ser de libro. Total que subimos arriba. Un par de mesas preparadas para 10-12 personas, puede que por eso hagan distinción entre dentro y arriba.
Todo bastante elegante, mesas y sillas negras.
Todo bastante elegante, mesas y sillas negras.
Abrimos la carta pensando que por estar arriba nos iban a obligar a tirar de carta y no de menú del día/fin de semana. Pero no, tenemos menú.
Para empezar pedimos un Pack de pasta filo rellena de... y de segundo una Chuleta de buey.
Mientras nos entreteníamos viendo la tele (encendida, por supuesto) nos han traído el primer palto. No era lo que me esperaba. Una especie de hojaldre bien presentado relleno de una pasta hecha con mejillones (sobre todo) y gambas y demás frutos del mar. No me ha gustado del todo.
Sin pena ni gloria por el primer plato esperaba ansioso el segundo, txuleta. Y así ha sido. Bien gordita jugosa y compañada de patatas recién sacadas del infierno y pimientos verdes.
Al empezar a cortar se notaba que era carne de buey, algo más dura, pero no por ello menos tierna.
Mientras nos comíamos la chuleta ha empezado a subir un grupo de mujeres, 3 generaciones de una misma familia. He contado 10 mujeres, y de repente un solitario y pobre hombre. Me compadezco, vaya día campeón...
Hemos acabado y después de responder que estaba muy buena a la pregunta del camarero de a ver qué tal estaba la carne nos ha comentado los postres. Tarta de queso para los dos.
La tarta estaba buena, hacia el borde se hacía un poco pesada pero es normal, los bordes suelen ser más densos.
Un buena comilona.
domingo, 23 de octubre de 2011
Deluxe Henao: Una de comida fría, por favor
Puntuación: 1/5
Fecha: 23 Octubre
Lugar: Calle Henao, 28. Bilbao
Precio: 10€ aprox. por persona.
Nos reunimos los amigos para ir a cenar y después de debatir dónde habría sitio y dónde no nos decidimos por ir a mirar al Deluxe a ver qué tal anda de gente. Segun vamos hacia allí, el amigo Igortxo nos comenta que la última vez que estuvo allí las patatas deluxe se las sirvieron frías, pero que vamos, otras veces hemos ido y nos han servido bien.
Llegamos y preguntamos a ver si hay mesa para 6, nos dicen que van a mirar y que si hay nos preparan una. Después de verle al tipo ordenar sillas y mesas como un loco nos indica una mesa de 6 para sentarnos. Rápidamente decidimos qué cenar, Patatas Deluxe, Nachos con queso y dos pizzas una Americana y otra Deluxe. Vamos jurrus y yo a la barra a pedir con el dinero recopilado y pedimos. Nos dan el ticket y nos sentamos. Nada más sentarme sin todavía acabar de apoyar las nalgas en la silla, miro el número que nos toca, el 64, y acto seguido MEEEEEECCC!!!, el 64. ¿Qué rápido no? uyyy...
Miro a la barra y hay una bandeja de patatas y una fuente de nachos esperándonos. Voy a por ellas y las llevo a la mesa mientras mis amigos me miran pensando "demasiado rápido han sacado esto".
Probamos una patata. Fría como el dedo de un cadáver. Otra patata, otra persona. Glacial. Pero no penséis que están frías de poco calientes, no, es que están frías de no haber estado cerca de una fuente de calor nunca.
Probamos los nachos y el queso está templado, no llega a estar caliente de recién fundido pero bueno, al menos no está helado.
Voy a la barra con las patatas a preguntar por qué nos han servido palitos de pescado congelados mis amigos me indican que no, que vaya donde el camarero directamente. Voy y le digo "Oye, que las patatas estas están frías" con voz de vamos hombre, no me jodas. El tío toca una patata con el dedo y pone la típica cara de "joder qué cagada", me asiente con la cabeza y se mete en la cocina. Un minuto después viene con una ración diferente (buen detalle) de patatas templadas con el bacon frío y dice "ya podéis perdonar".
Nos comemos las patatas y los nachos hasta que se acaba el queso (nunca entenderé por qué nadie es capaz de calcular una ración de queso acorde con la cantidad de nachos, no creo que haya que haber estudiado matemáticas complicadas para ello). Sin esperar, MMEEEEEECCC!!! una sucesión de números a la velocidad del rayo y todo el mundo en la barra porque nadie sabe si le toca o no. Voy y me dicen "hay que esperar todavía un poco". Bien, eso significa que el microondas está trabajando.
Lo raro es que hoy me he dado cuenta de que me extraño no ver a ninguno dentro de la cocina sudando a chorros. ¿En qué cocina de qué restaurante se ha visto que un cocinero que está al lado de hornos y freidoras no lleve una sudada digna de un corredor de maratón? Efectivamente, en la cocina de un restaurante en la que todo se "calienta" mediante microondas.
5 minutos después, otra vez, esta vez si, voy a por las dos pizzas con ayuda de jurrus. Vamos a la mesa y las miramos. Una de ellas tiene bolitas de queso por encima que habían empezado a fundirse pero las han interrumpido y no han podido acabar de hacerlo. Cortadas como sólo el mono manco con acné juvenil sabría hacer (parece que sólo él estaba en la cocina y no precisamente trabajando) las volvemos a cortar nosotros con mejor resultado. No servimos cada uno un trozo, y, nos las comemos porque tenemos hambre, no porque estén buenas. Un amigo, que no quería cenar porque lo había hecho ya un par de horas antes, nos apostó a que no nos acabábamos las pizzas, y así fué. Pero no porque no pudiéramos, si no porque no podíamos con semejante producto.
Dejamos un par de pedazos en las bandejas y nos prometimos no volver hasta que no calienten la comida.
Nota: Decir que el único punto que le he dado ha sido porque la cocacola, aunque de máquina, estaba buena.
Fecha: 23 Octubre
Lugar: Calle Henao, 28. Bilbao
Precio: 10€ aprox. por persona.
Nos reunimos los amigos para ir a cenar y después de debatir dónde habría sitio y dónde no nos decidimos por ir a mirar al Deluxe a ver qué tal anda de gente. Segun vamos hacia allí, el amigo Igortxo nos comenta que la última vez que estuvo allí las patatas deluxe se las sirvieron frías, pero que vamos, otras veces hemos ido y nos han servido bien.
Llegamos y preguntamos a ver si hay mesa para 6, nos dicen que van a mirar y que si hay nos preparan una. Después de verle al tipo ordenar sillas y mesas como un loco nos indica una mesa de 6 para sentarnos. Rápidamente decidimos qué cenar, Patatas Deluxe, Nachos con queso y dos pizzas una Americana y otra Deluxe. Vamos jurrus y yo a la barra a pedir con el dinero recopilado y pedimos. Nos dan el ticket y nos sentamos. Nada más sentarme sin todavía acabar de apoyar las nalgas en la silla, miro el número que nos toca, el 64, y acto seguido MEEEEEECCC!!!, el 64. ¿Qué rápido no? uyyy...
Miro a la barra y hay una bandeja de patatas y una fuente de nachos esperándonos. Voy a por ellas y las llevo a la mesa mientras mis amigos me miran pensando "demasiado rápido han sacado esto".
Probamos una patata. Fría como el dedo de un cadáver. Otra patata, otra persona. Glacial. Pero no penséis que están frías de poco calientes, no, es que están frías de no haber estado cerca de una fuente de calor nunca.
Probamos los nachos y el queso está templado, no llega a estar caliente de recién fundido pero bueno, al menos no está helado.
Voy a la barra con las patatas a preguntar por qué nos han servido palitos de pescado congelados mis amigos me indican que no, que vaya donde el camarero directamente. Voy y le digo "Oye, que las patatas estas están frías" con voz de vamos hombre, no me jodas. El tío toca una patata con el dedo y pone la típica cara de "joder qué cagada", me asiente con la cabeza y se mete en la cocina. Un minuto después viene con una ración diferente (buen detalle) de patatas templadas con el bacon frío y dice "ya podéis perdonar".
Nos comemos las patatas y los nachos hasta que se acaba el queso (nunca entenderé por qué nadie es capaz de calcular una ración de queso acorde con la cantidad de nachos, no creo que haya que haber estudiado matemáticas complicadas para ello). Sin esperar, MMEEEEEECCC!!! una sucesión de números a la velocidad del rayo y todo el mundo en la barra porque nadie sabe si le toca o no. Voy y me dicen "hay que esperar todavía un poco". Bien, eso significa que el microondas está trabajando.
Lo raro es que hoy me he dado cuenta de que me extraño no ver a ninguno dentro de la cocina sudando a chorros. ¿En qué cocina de qué restaurante se ha visto que un cocinero que está al lado de hornos y freidoras no lleve una sudada digna de un corredor de maratón? Efectivamente, en la cocina de un restaurante en la que todo se "calienta" mediante microondas.
5 minutos después, otra vez, esta vez si, voy a por las dos pizzas con ayuda de jurrus. Vamos a la mesa y las miramos. Una de ellas tiene bolitas de queso por encima que habían empezado a fundirse pero las han interrumpido y no han podido acabar de hacerlo. Cortadas como sólo el mono manco con acné juvenil sabría hacer (parece que sólo él estaba en la cocina y no precisamente trabajando) las volvemos a cortar nosotros con mejor resultado. No servimos cada uno un trozo, y, nos las comemos porque tenemos hambre, no porque estén buenas. Un amigo, que no quería cenar porque lo había hecho ya un par de horas antes, nos apostó a que no nos acabábamos las pizzas, y así fué. Pero no porque no pudiéramos, si no porque no podíamos con semejante producto.
Dejamos un par de pedazos en las bandejas y nos prometimos no volver hasta que no calienten la comida.
Nota: Decir que el único punto que le he dado ha sido porque la cocacola, aunque de máquina, estaba buena.
Etiquetas:
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pizza,
restaurante
Ubicación:
Calle de Henao, 28, 48009 Bilbao, España
sábado, 22 de octubre de 2011
Urban Bar & Restaurant
Puntuacion: 4/5
Fecha: 15 Octubre
Lugar: Barrainkua, 6. Bilbao.
Precio: 13€ por persona.
Bueno, bueno, bueno!! Empieza la vuelta al cole, las clases de inglés sábado-mañaneras y claro, se nos echa el tiempo encima y tenemos que comer fuera de casa.
Esta vez vamos a un restaurante nuevo, donde antes había un restaurante argentino. Bueno, este es restaurante y bar, pero más bar que restaurante. Pocas mesas para comer, pero se llena a las 15h de un sábado.
El bar tiene la pinta que veis en la foto, moderno, taburetes blancos y un "agitador" de cerveza Guinness que os aseguro no consigue el efecto de estar bien servida, aunque queda mejor que en manos de algunos cafres.
Nos atiende un tipo majo, que no viste como un camarero de uniforme, si no de calle y con un G-Shock GD-100 blanco en la muñeca derecha. Nos pregunta qué queremos para comer y pedimos un plato de Raviolis rellenos con salsa de setas y champiñones para cada uno y de segundo un Bacalao con salsa de tomate y ajo y un Entrecot con salsa de setas.
Esta vez vamos a un restaurante nuevo, donde antes había un restaurante argentino. Bueno, este es restaurante y bar, pero más bar que restaurante. Pocas mesas para comer, pero se llena a las 15h de un sábado.
El bar tiene la pinta que veis en la foto, moderno, taburetes blancos y un "agitador" de cerveza Guinness que os aseguro no consigue el efecto de estar bien servida, aunque queda mejor que en manos de algunos cafres.
Nos atiende un tipo majo, que no viste como un camarero de uniforme, si no de calle y con un G-Shock GD-100 blanco en la muñeca derecha. Nos pregunta qué queremos para comer y pedimos un plato de Raviolis rellenos con salsa de setas y champiñones para cada uno y de segundo un Bacalao con salsa de tomate y ajo y un Entrecot con salsa de setas.
No tardan mucho en servirnos, menos de 10 minutos, y eso que éramos los primeros en entrar a comer y seguramente todavía estaban organizándose en el cocina.
El plato de Raviolis estaba muy bien presentado, una buena ración de pasta, la salsa con abundantes setas y champiñones. Los raviolis bien cocinados, sin que se les quede agua en el interior, y estaban al dente.
Acabámos con ese plato y al de muy poco nos trajeron los segundos. El bacalao estaba bueno, acompañado con pimientos rojos y muy picante porque la salsilla de ajos llevaba también una cantidad de guindillas que parece que las exportaban.
El entrecot con buen grosor, como tiene que ser. Empezó dándome la sensación de estar algo duro, cortado al contra, con muchos nervios. Pero era sólo al principio, pillé una parte con nervios y ya porque luego estaba muy jugoso y suave.
Por último nos ofrecieron postre. Bombón helado y milhojas. El milhojas no me atrae, me parece seco y sabe sólo a hojaldre, nunca lo pido. Sorpresa al traerme el bombón helado, resulta ser un helado de Nestlé, de los de palo de madera. No digo que no me guste, me lo comí tan ricamente, pero me esperaba otra cosa.
Muy buen sitio para ir a comer. Y así fomentamos el comercio de Bilbao.
Ubicación:
Calle Barraincua, 6, 48009 Bilbao, España
martes, 13 de septiembre de 2011
Arrocería-Mejillonería Taipei
Puntuacion: 4/5
Fecha: 10 Septiembre
Lugar: CC Ballonti. Portugalete
Precio: 9,90€ por persona.
Se presenta un nuevo sábado en el horizonte, con muy buen tiempo. Y qué mejor que aprovechar el buen tiempo para ir con un par de colegas a lavar los coches.
Con el coche ya reluciente hay que ir a hacer las compras, y como es tarde a comer fuera.
Como los sitios habituales están muy vistos vamos a cambiar de zona e irnos a Ballonti. No tengo muy buena experiencia en este lugar desde que dejé el coche en el parking y al volver me encuentro a una familia de malnacidos sentados en el capó del coche teniendo al lado el suyo. Valiente hijos de... bueno, que me desvío del tema. El sitio también fue en parte decidido gracias a que queríamos probar la nueva Super Sur. Impresionante construcción faraónica de tan sólo 18km pero que visto desde según que zonas parece una telaraña de carriles sin fin. Qué túneles! Tres carriles anchos, perfectamente iluminados y hasta uno de ellos cuenta con un desvío en el interior del túnel. De película. Impensable el límite de velocidad establecido, 80 km/h. Podrías ir a 160 e irías como de paseo.
Llegamos allí y después de maldecir el lugar varias veces por aquel recuerdo fuimos a buscar restaurantes. Damos un par de vueltas y después de encontrar un par de sitios cerrados nos vamos al que más lleno está, y por tanto el que mejor dan de comer. Es una fórmula matemática que todo el mundo conoce, si está lleno, es bueno. O al menos esa sensación da.
Nada más acercarnos un señor nos dice alegremente "Qué, para comer? Pues donde queráis".
Nos sentamos en una mesa de dos y seguido se acerca la camarera que tiene "pinta rara" pero es realmente maja. Nos dice el menú de carrerilla y elegimos una Ensalada Taipei (de pasta) y una Paella de marisco de primero y un par de Filetes con salsa de setas de segundo. Rápidamente nos traen el pan y el agua y un par de minutos después los primeros platos.
Nada más acercarnos un señor nos dice alegremente "Qué, para comer? Pues donde queráis".
Nos sentamos en una mesa de dos y seguido se acerca la camarera que tiene "pinta rara" pero es realmente maja. Nos dice el menú de carrerilla y elegimos una Ensalada Taipei (de pasta) y una Paella de marisco de primero y un par de Filetes con salsa de setas de segundo. Rápidamente nos traen el pan y el agua y un par de minutos después los primeros platos.
La paella ni que decir que muy buena, parece normal en una arrocería. Arroz suelto y bien cocinado. La ensalada de pasta con la típica salsa rosa, en su punto. La pasta perfectamente hecha y acompañada de lechuga, pero sin pasarse.
Al acabar los primeros viene el camarero y nos felicita por habernos acabado todo el plato, como a los txikis. Parece tontería pero todos nos sentimos orgullosos en un momento así, pocas veces nos felicitan por algo que hemos hecho bien :)
Seguido vienen los filetes. A primera visat la salsa de setas, con champiñones, parece estar demasiado líquida, parece que no va a tener sabor o que va a estar muy fuerte. Pero todo lo contrario, está muy bien de sabor y no se hace tan líquida como parecía. El filete tierno y sin nervios y las patatas hirviendo como la lava.
Otro plato acabado con éxito. Y ahora los postres. Después de una retahíla de postres nos decantamos por sendas tartas de chocolate. No son más que unos cuadrados de tarta pequeños pero muy ricos, aunque era extraño porque tenía dos temperaturas, en una esquina estaba a temperatura ambiente y en la otra frío, como si sólo medio trozo hubiera estado metido en la nevera.
Una atención excelente con una gran relación calidad-precio en el corazón de choni-town.
domingo, 28 de agosto de 2011
Restaurante Style
Puntuacion: 3,5/5
Fecha: 27 Agosto
Lugar: Colón de Larreategui, 13. Bilbao
Precio: 16€ por persona.
El segundo sábado de fiestas de Bilbao había que ir a comer algo por ahí, y como ya había estado de pintxos en días anteriores pues fuimos a comer de cuchillo y tenedor.
Después de dar un par de vueltas por ahí y comprobar que la crisis sólo es una gran mentira porque todos los restaurantes tenían menú especial "Aste Nagusia" de 30 euros para arriba (cuando es un menú muy normal) pués fuimos al Style porque tenía buena pinta.
En la mesa había un papel con dos vinos del mes comentando la cata de los mismos. Tienen también una extensa carta de vinos, no se si buena o no porque no aprecio en exceso dicha bebida.
Dos minutos después nos trajeron el primer plato. La ensalada estaba bien, lechuga fresca, la pasta bien hecha y con la salsa rosa justa y necesaria. Pero había quizás demasiado atún. De esto que echas una lata y sabes que te has pasado. Las pencas recibieron buenos comentarios, pero estaban un poco dulces. Parecían poca cantidad pero al estar rellenas engañaban bastante.
Al de poco nos trajeron el segundo plato, el costillar estaba muy bueno, poca grasa, bien turradito y la carne se despegaba bien del hueso, sin esfuerzo. La salsa de calabaza estaba en su punto, muy suave. Un buen plato la verdad. El bacalao también aparentaba estar en su punto.
Por último de postre escogimos una Mousse de chocolate con piña y una Tarta de arroz. La mousse no dejaba de ser una natilla de chocolate y la piñaba no era buena compañía.
domingo, 14 de agosto de 2011
Foster's Hollywood: Ahora en Bilbao
Puntuacion: 4/5
Fecha: 13 Agosto
Lugar: Gran Vía, 68. Bilbao
Precio: 14€ por persona aprox.
Hacía tiempo que no escribía, algo más de dos meses, pero es que no he tenido demasiado tiempo.
Después de hacer un viaje relámpago el fin de semana a Bilbao aproveché para quedar con mis amigos y puesto que siendo verano no quedaban muchos por aquí, mi amigo Igortxo me ofreció ir a cenar por ahí. Como han abierto un Foster's en Bilbao hace muy poco decidimos ir allí aunque él ya había estado.
Entramos y, bueno, como siempre, un Foster's. No se cómo de grande será porque nos sentaros en la primera mesa al lado de puerta, en los típicos butacones y yo no veía el fondo del lugar. Para ser agosto en Bilbao estaba lleno, tiene buena acogida. Debe ser de al menos 300m cuadrados por lo que se comenta por aquí.
Nos atendió una chica que tenía las cejas pintadas, curioso y no muy bonito para mi gusto. Si, me gustan las cejas cuidadas pero naturales, llamadme raro. Se notaba que llevan poco tiempo abiertos porque no se sabían las opciones de las cosas, las leían en los terminales portátiles que llevan.
Pedimos lo habitual, una All American burguer grande para el amigo y una Director's Choice grande para mi, con la típica guarnición de patatas.
Tardaron un ratillo en traérnoslas pero estaban al punto, tal y como las habíamos pedido. Lo que no pedimo fue que nos rellenaran la bebida y nos la trajeron sin avisar, buen detalle. Aunque lo que no fue tan bueno era el sabor de este refill, estaba rebajado con agua o algo, sabía raro.
No pedimos postre ni nada porque andábamos algo llenos y teníamos que ir al Bandido a disfrutar de un excelente copazo preparado con gran destreza.
Ahora parece que no tendremos que trasladarnos siempre al C.C. Artea o a Max Ocio para disfrutar de un Foster's.
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domingo, 5 de junio de 2011
Bascook
Puntuacion: 4,5/5
Fecha: 4 Junio
Lugar: Barroeta Aldamar, 8. Bilbao
Precio: 32€ por persona aprox.
Sábado. Y que os puedo contar de qué hago un sábado que no sepáis ya. Pues eso, que toca salir a comer. Esto no se si se irá acabando porque claro, ya se acaban las clases de inglés los fines de semana y entonces tendré tiempo para comer en casa. Pero tranquilos, a comer fuera seguiré yendo.
Bueno, hay que probar algo nuevo y Bilbao tiene una gran oferta de restaurantes que hay que ir conociendo. Además hay que dejarse el dinero aquí y fomentar los restaurantes, las tiendas y el turismo de la ciudad. Si los comerciantes proponen cosas para fomentar el comercio, los consumidores también debemos poner de nuestra parte.
Y nos lanzamos a probar el Bascook. El interior tiene poca luz, da sensación de más intimidad y silencio. Como no teníamos reserva la chica de la entrada nos dijo que podíamos sentarnos en una mesa que había nada más bajar las escaleras, una especie de mesa alta con taburetes. Pues allí que nos sentamos, yo con vistas a la cocina. Me gustó mucho este punto, no ves directamente como se hace la comida pero si ves el ambiente y el movimiento que hay dentro.
La carta es muy original, prefiero que vayáis y la veáis vosotros. Lo más interesante de esta carta es que detrás tenemos un plano de Bilbao con zonas de tiendas y de restaurantes marcadas, muy útil.
Tienen tres tipos de cocina estilo verde, platos "de aquí" y cocina del mundo. Primero nos trajeron unos vasitos con gazpacho de apio. Curioso. Lo pruebas y no esta mal, pero tiene un ligero problema, y es que después de comer sigues saboreando ese gazpacho durante horas.
Nos explicaron como iba un poco la carta, el tema de los tres tipos de cocina, y pedimos para beber. El concepto de la bebida en ciertos lugares es peculiar. Botella de agua, grande o pequeña. No se como será la pequeña pero la grande era de un mísero litro. En otros países vale, pero aquí grande es grande, mínimo litro y medio. Y una copa de vino. Copa de cristal si, pero el vino no cubría ni el culín, como su fuera oro lo sirven. Tampoco es cuestión de tajarse, pero bueno, media copa o lo que es lo mismo, una copa llena hasta la mitad no estaría de más.
Pedimos para compartir tempuras de huerta, mojo blanco + sal de pesto, que estaba muy bueno. Una tempura perfectamente hecha, ni mucha ni poca harina. El mojo era una salsa extraña que no sabría definir el sabor, le daba un buen punto, pero las verduras solas estaban muy bien.
Después pedimos unas hamburguesas de euskal txerri y un kebab de pato + pan rgayef y comino + teriyaki de tierra. Si, si lo lees no te lo comes. Los dos probamos de los dos platos por degustar un poco.
Las hamburguesas estaban muy tiernas, una carne picada suavemente, casi como si hubiera sido picada a mano, y se notaba que es carne de aquí. El Eusko Label se nota.
El kebab de pato pues bueno, pensad en un kebab con su pan de pita, sus salsas y demás. Pues todo lo contrario. Unas rodajas de carne de sabrosa carne de pato encima del pan impronunciable. Lo curioso es que tenía un ligero sabor a kebab, por el pan, pero no era el mismo pan desde luego.
Y es hora del postre. Yo pedí una tarta cheesecakeOreo + velo de arándano + helado de sake y mi acompañante unos miniMagnuns de toffenata, helado de macadamias y cristal de Px. Creo que los miniMagnuns hubieran estado mejor si el interior hubiera estado algo más frío, no helado pero si fresco. La tarta de queso sorprendentemente buena, las frutas del bosque eran un acompañamiento excelente.
Un trato excelente y muy amable, un lugar tranquilo y moderno al que ir a saborear comida no tan tradicional como en otros sitios.
Página web: www.bascook.com de la mano del cocinero Aitor Elizegi.
No muchas veces te puedes encontrar tantas fotos de restaurantes como de este, al menos no las había encontrado de otros. Fotos: Kebrantin.com, Viajar, comer y amar.com
Ein Prosit
Puntuacion: 4/5
Fecha: 3 Junio
Lugar: Plaza del Ensanche, 7. Bilbao
Precio: 27€ por persona aprox.
Unas semanas antes de la cena la novia de un amigo me comentó que quería darle una sorpresa porque el lunes de esta semana presentaba el proyecto y se convertía en Ingeniero. Quería llevarle a cenar y que sus amigos estuviéramos allí celebrándolo con él. Suerte que tienen algunos, a mi nadie me da sorpresas buenas, malas te las da cualquiera.
Bueno, a ella se le ocurrió que podíamos ir al restaurante del señor Hermann Thate que está situado en la misma calle que su famosa charcutería alemana.
Para darle la sorpresa quedamos en que ibamos allí media hora antes, nos tomábamos algo y les esperábamos sentados en la mesa. Y así fué.
Llegamos y contra todo pronóstico no encontramos (yo al menos) a ningún dependiente alemán. Esto no es malo, pero le falta ese toque alemán que sólo los alemanes saben darle. ¿Y qué toque es ese? os preguntaréis. Pues vais a alemania y lo comprobáis. Se nota sobre todo al pedir una cerveza. Parezco muy insistente con el tema, pero de verdad, hasta que no te sirven una buena cerveza no abres los ojos y ves la mierda que te tomas aquí. Y digo mierda por la forma de servila.
Nos pedimos algo para beber, tres de nosotros pedimos una Paulaner pero se había acabado (¿previsión? ¡¿dónde?!) así que nos sacaron unas Franziskaner. Yo pensé "aaahhh, por fin... una cerveza como debe ser, como me la servían en allí..." Craso error amigo mio. Cometen el mismo error que en todos los bares y acaba teniendo la cerveza una espuma líquida que en 2 minutos ha desaparecido y tienes una cerveza alemana sin un ápice de espuma y oxidándose al aire. La próxima vez pido botellín que no va a quedar mucho peor. Pero como he dicho, esto parece que sólo lo saben hacer los alemanes.
Os juro que allí no se desperdiciaba ni una sola gota de espuma al tirar la cerveza, aquí puedes ver como cae un reguero de espuma líquida hasta que al camarero le parece suficiente.
Bueno, asumiendo que jamás encontraré un bar en el que entiendan lo que significa tirar una cerveza continuamos con la historia.
Allí estábamos casi todos reunidos a falta del dantzari esperando que dieran las 21:30h. Entramos y nos sentamos un cuarto de hora antes y ojeamos la carta mientras pedimos otra ronda. La carta parecía apetitosa, muchos platos y todos seguro que muy buenos. Más o menos habíamos decidido todos para cuando llegó la parejita. Su cara, ese poema. Cara de "pero que coño! qué hacen estos aquí y dónde está mi cena a solas con mi chavala!" Enhorabuena amigo, eres Ingeniero!
Después de unas risas y todavía con cara de asombro estábamos dispuestos a pedir. Éramos 9 y no me acuerdo de todos los platos, pero haré un esfuerzo.
Yo elegí un Lomo de ciervo acompañado de salsa de hongos y pasta fresca; alguien pidió un Entrecot al estilo argentino acompañado patata asada rellena y queso a las finas hierbas; otro pidió Codillo (no se cúal de los dos que aparecen en la carta); otro Pastel de carne con queso, huevo frito y patatas fritas; creo que hubo Solomillo de venado acompañado de salsa de hongos, mango, arroz y surtido de verduras picadas finamente; y más que no recuerdo. También pedimos para compartir un par de raciones de surtido de salchichas (Frankfurt, Alfred y Especial al Curry acompañada de ensalada de patata) y un surtido de patés.
Trajeron primero los platos para compartir, cortamos las salchichas en rodajas y empezamos a comer. Las salchichas estaban muy buenas, en su punto. Fritas, que en otros sitios te las ponen cocidas y obviamente no es lo mismo.
Entre los patés servidos en una rodaja de tronco de árbol no se si habría 3 o 4 tipos, sólo se que estaban deliciosos. En general nos gusta el paté así que no duró mucho sobre la mesa.
Después de una espera (no se si larga o corta, estábamos de charla y el tiempo pasa) nos trajeron nuestros platos. Al llegar el codillo todos pusimos cara de asombro, semejante pieza que se iba a comer el amigo. El camarero no distinguía entre lomo de ciervo y solomillo de venado, porque eran la misma cosa según confirmó él al preguntar en la cocina.
Muchos miramos con estupor nuestro plato al ver que el trozo de carne allí presente se ocultaba tímidamente entre la guarnición. Pequeño, pero sabroso, muy sabroso. Los que tenían entrecot tenían una buena pieza ante sus cubiertos.
Pr suerte, para cenar no se me hizo nada pesada la carne, era la cantidad justa para saciar pero no reventar. El solomillo de venado/lomo de ciervo estaba en su punto, esponjoso, la salsa de hongos suave y la pasta normal y corriente, no te esperas un plato de pasta italiano al dente y no te lo sirven.
Todos acabamos a gusto, unos con más cara de hambre que otros pero contentos porque la comida estaba buena.
Y ahora venían los postres. Tartas de chocolate con y sin trufa, tartas de queso (me quedé con ganas, tenían una pinta excelente) y un limón helado que no tenían a pesar de que no le habían puesto la "N" (abreviatura de No). La tarta de chocolate... en el top 5. No se hacía empalagosa excepto por la nocilla que tenía encima, que se pegaba por toda la boca como si hubieras absorbido un bote de i-medio. Pero vamos, chocolatástica.
Para terminar hubo algunos que pidieron chupitos de Jagermeister que amablente fueron cortesía de la casa.
Después algunos marcharon a casa y otros proseguimos con la quedada en el Zen de la calle Henao tomándonos unos cacharros.
Página web: www.thate.com
domingo, 24 de abril de 2011
Restaurante Nicolás
Puntuacion: 4,5/5
Fecha: 23 Abril
Lugar: Ledesma, 10. Bilbao
Precio: 34€ por persona aprox.
Como decía anteriormente, esta Semana Santa toca comer fuera, son vacaciones para todos y así no preparamos comida en casa ni fregamos los platos.
Hoy es el derby Athletic-Real Sociedad, partido auténtico donde los haya. Una perfecta muestra de hermandad entre aficiones y un sentimiento único. El Casco Viejo de Bilbao estaba hoy a rebosar de gente, cantando y bebiendo y haciendo cola para comer en los restaurantes que colgaban el cartel de completo.
Después de dar varias vueltas por el casco sin suerte hemos decidido ir a otras zonas de Bilbao. Descubrir que por la zona de la ribera, o que algunos de los restaurantes cercanos a Jardines de Albia están cerrados en vacaciones es una vergüenza, mucha crisis y todo eso, pero no me lo creo. Si hay crisis te jodes y abres el restaurante, que te aseguro que un día como este lo llenas. Pero no. El excelentísimo ayuntamiento de Bilbao sólo debería conceder licencia de terraza con la condición de que se abra en vacaciones, si no te quedas sin terraza. Es que luego se quejan de que no hay turismo, turismo si hay, pero se van a otros lugares a comer porque Bilbao no ofrece cosas.
En fin, hemos acabado en Ledesma y hemos ido al mítico Nicolás. Hemos preguntado y tenían mesa así que nos hemos sentado. Al ver las cartas hemos comprobado que no había más que Menú especial, Menú degustación y carta. Haciendo un cálculo rápido compruebas que es más económico elegir el Menú especial que los mismos platos elegidos de la carta. Así que hemos pedido el especial que incluía una ensalada con salmón de entrante, un arroz cremoso de hongos de primer plato y un entrecotte de segundo.
Al poco tiempo nos han traido la ensalada, pequeña pero era un entrante, un salmón ahumado suave. Después ha venido el arroz cremoso, un risotto de hongos, recién preparado en el infierno, cómo quemaba. Unos hongos suaves y un arroz en su punto acompañado de un espárrago triguero.
Por último, el entrecotte. No se si os acordaréis de cuando comí "entrecot" en la Cervecera Amorrortu, bien, pues a esto me refería. En el Nicolás sí te comes un entrecotte en condiciones, lo otro era como comerse una vaca famélica, la que ha estado olvidada en una esquina en la pradera y ha muerto de pena.
Te comes el entrecotte intentando no ahogarte en tu propia saliva mientras lo acompañas con patatas cocinadas debajo del infierno y pimientos. En su punto, todavía sangrando un poco, jugoso.
De postre nos han servido un Surtido de la casa que consiste en cinco mini-postres. Una porción de tarta de queso con mermelada de frambuesa, una especie de pastel vasco con naranja, un canutillo relleno de crema, una fresa con nata y una lámina de chocolate blanco, y un profiterol con chocolate. Muy bueno.
No tienen página web propia pero lo más parecido es esto: Restaurante Nicolás
sábado, 23 de abril de 2011
Restaurante Eguiluz
Puntuacion: 5/5
Fecha: 22 Abril
Lugar: Calle del Perro, Casco Viejo de Bilbao.
Precio: 22€ por persona aprox.
Viernes Santo, no se debe comer carne. Bien, pues vais a ver.
Esta Semana Santa ya que no hemos salido de viaje porque la semana de pascua ya me va a tocar volver a mi querida Alemania, no estamos dando una serie de homenajes bien merecidos.
Y esta vez para fomentar el turismo en Bilbao y que en Semana Santa abran los restaurantes (es una autentica pena ver gente en Bilbao y ver calles míticas vacías porque a algunos dueños de locales no les apetece abrir, tanta crisis no habrá señores) pues decidimos ir al Casco Viejo bilbaíno más vivo que nunca. Mucha gente, muchos locales abiertos, una gozada verlo así de bien.
Nos decantamos por el Restaurante Eguiluz, el típico bar familiar con restaurante en el piso superior, con una atención amable y casera y una comida excelente. Aquí tomé mi primer chuletón servido sobre brasas hace ya unos años, kilo-doscientos de pura carne.
Y esta vez para fomentar el turismo en Bilbao y que en Semana Santa abran los restaurantes (es una autentica pena ver gente en Bilbao y ver calles míticas vacías porque a algunos dueños de locales no les apetece abrir, tanta crisis no habrá señores) pues decidimos ir al Casco Viejo bilbaíno más vivo que nunca. Mucha gente, muchos locales abiertos, una gozada verlo así de bien.
Nos decantamos por el Restaurante Eguiluz, el típico bar familiar con restaurante en el piso superior, con una atención amable y casera y una comida excelente. Aquí tomé mi primer chuletón servido sobre brasas hace ya unos años, kilo-doscientos de pura carne.
Entramos y preguntamos si tenían mesa, y subimos al piso de arriba. La guapa camarera de contorneados ojos y un tímido tatuaje nos dió las cartas y nos dijo qué tenían de especial para hoy. Me miró como "estos son de fuera" al ver la bolsa de la cámara de fotos y al decir perretxikos añadió la coletilla de que son setas. También sé lo que es el begihaundi y esto no me lo explicó.
Bueno, elegimos un menú de paella y solomillo de buey para mi y ensalada mixta y chuleta de ternera para mi acompañante. A esto venía lo del Viernes Santo.
La paella y la ensalada caseras y perfectas, en su punto. Estábamos sentados al lado de la cocina y vimos cómo ponían el solomillo en la plancha. A ver si aprenden el resto de restaurantes lo que es un maldito solomillo! Esto es un solomillo, esto! Un grosor del que el buey del que salió se sentiría orgulloso, un tamaño de carne sin igual, un So-lo-mi-llo, no una mierda de papel de fumar para el cual no necesito ni cuchillo.
La camerera de los ojitos tuvo que venir y cambiarnos de cuchillo y ponernos uno de sierra porque pensaba que nos estábamos dejando los dedos, a pesar de que el solomillo estaba tan jugoso que sólo había que pedirle por favor que se dejara cortar. Ni una gota de grasa en la carne, en su punto y sin pedirla si quiera. Aquí te ven la cara y saben cómo te gusta la carne. Además, en el menú, sólo ponía Solomillo de buey y luego de sorpresa te ponen patatas fritas y pimientos rojos.
Después de disfrutar comiéndome un buen pedazo de buey en Viernes Santo pedimos el postre, la típica tarrina helada de nata con sirope de chocolate.
Lugar de visita obligada en el Casco Viejo.
Akebaso: El futuro famoso chef vuelve a cocinar para mi
Puntuacion: 4,5/5
Fecha: 21 Abril
Lugar: Entre Apatamonasterio y Axpe.
Precio: 45€ por persona.
Antes de empezar voy a aclarar algunas cosas. Primero considero que no tengo un paladar tan fino ni exquisito como para degustar correctamente comida de cierto calibre y segundo, que mi "fama" de critico es... digamos que nula para no herir mis sentimientos. No soy la Guía Michelín, pero el Akebaso aparece entre sus páginas.
Para el que no haya estado nunca, el Valle de Atxondo es un lugar precioso, recuerda a los típicos montes tiroleses, pero más de aquí. Un lugar lleno de paz y silencio.
Desde que nuestro amigo cocinero hizo la prueba en este restaurante y fue justamente seleccionado le dije que iría a comer allí, y que mejor que aprovechar la Semana Santa para darnos un homenaje y de paso visitarle y cumplir mi palabra.
La carretera de acceso al restaurante es de un solo sentido, con una especie de hendidura a mitad del camino para cuando se encuentren dos coches en medio. La tipica carretera donde se besan los retrovisores de los coches si no se anda con un poco de cuidado.
Desde que nuestro amigo cocinero hizo la prueba en este restaurante y fue justamente seleccionado le dije que iría a comer allí, y que mejor que aprovechar la Semana Santa para darnos un homenaje y de paso visitarle y cumplir mi palabra.
La carretera de acceso al restaurante es de un solo sentido, con una especie de hendidura a mitad del camino para cuando se encuentren dos coches en medio. La tipica carretera donde se besan los retrovisores de los coches si no se anda con un poco de cuidado.
Al llegar pedimos mesa ya que allí la cobertura móvil es la justa para que no puedas ni llamar a emergencias y el chef no me había "oído" porque no tenía red. Nos tomaron nota y nos fuimos a hacer unas fotos para hacer tiempo.
He de decir que creo que no me han tratado nunca igual de bien a como me trataron aquí. Un poco más y me arropan después de comer para que me quede echando la siesta. Te hacen sentir como un marqués y eso es muy de agradecer. Muy atentos pero sin agobios.
Al sentarnos (en la mejor mesa del restaurante) vinieron a ofrecernos la carta aunque ya sabían más o menos que queríamos el menú degustación. Aún así nos dejaron la carta para echarle un vistazo.
También nos preguntaron a ver si queríamos que nos dijeran lo que nos iban a traer o que fuera sorpresa. Elegí sorpresa puesto que aunque me hubieran soltado toda la retahíla de platos tampoco me hubiera acordado de ninguno, optimizamos el tiempo y a la aventura.
También nos preguntaron a ver si queríamos que nos dijeran lo que nos iban a traer o que fuera sorpresa. Elegí sorpresa puesto que aunque me hubieran soltado toda la retahíla de platos tampoco me hubiera acordado de ninguno, optimizamos el tiempo y a la aventura.
Una chica con voz angelical empezó a traernos los aperitivos, concretamente empezamos con una Esfera de de tomate asado con mayonesa de anchoa y viruta de idiazabal, un Cucurucho de queso con huevas de trucha y una Croqueta de chistorra. La esfera de tomate como me comentaron explota (suavemente) en la boca y se extiende todo el sabor. El cucurucho de queso estaba muy cremoso y la croqueta de txistorra era algo nuevo para mi, y muy agradable.
Después nos trajeron una Brocheta de pulpo con emulsión de azafrán, muy sabrosa y el pulpo perfecto, y una Tosta con yema de caserío eukal-txerri que esto si que explota (literalmente) en la boca y sin avisar. De esto que revienta y tienes que contener los ojos porque se te salen.
Nunca he entendido el por qué de poner a los platos nombres que tardas más en decirlos que en comerte el plato. Casi me dieron ganas de hacer una apuesta a ver quién acababa antes, la camarera de decirme lo que me estaba comiento o yo en comérmelo.
Y empezamos con los primeros. Un Tataki de atún rojo con tagliatelle, montado de ajo y tomate, muy suave, casi no se apreciaba el sabor a atún, muy bien presentado (todo estaba perfectamente presentado, impresionante) sobre una especie de plato-baldosa. Perdón, pero mi ignorancia no da para más.
Después un Falso huevo de bakalao, pimientos asados y crema de almendra, muy bueno también, muchos sabores danzando en la boca, y se tarda en identificarlos no os creáis. Lo del "falso huevo" tengo que pedir explicación, mi no entender.
Como último primer plato (si! esto va para largo!) degustamos una Crema de guisantes con vieiras y costrón de beicon, guisantes recolectados esa misma mañana de su huerta particular. Unas suaves vieiras que a la pobre chica que me trajo el plato se le desmoronó un poco y estaba algo preocupada. Tranquila que yo me lo como, que he comido en comedor de colegio y con eso te lo digo todo. Quizá sea este el problema, que estoy asilvestrado en asuntos culinarios.
Y vamos con los segundos. No había intervalos largos entre plato y plato, pero eran intervalos regulares de forma que estuvimos dos horas en el restaurante pero no se nos hizo largo para nada.
Nos trajeron una Raya brasa con guacamole de puerros. A lo del guacamole de puerros todavía estoy dándole vueltas pero igual que lo del falso huevo, que no lo pillo. Nunca había probado la raya así que no se decir si está más suave o no que en otros sitios, sólo se que me gustó. Los puerros también estaban muy buenos, no se si por ser un guacamole o sin más. Para el siguiente plato, Pastel de lechón confitado en canela con patata rota, yo creo que la perfumada maître ya nos había calado y sólo dijo"Cochinillo", yo estuve a punto de contestar "¿Quién? ¿Él o yo?". Descubrí un aroma a canela y veo que no iba desencaminado. El "cochinillo" tenía algo de grasa para mi gusto, posiblemente sea así y yo no sepa apreciarlo, pero lo digo desde mi humilde paladar. Eso sí, estaba en su punto.
Después de esta opulenta y excelentemente presentada comida todavía quedaban los postres. Oh! Dios mío! que he hecho yo para merecer tanta atención!! Vino un postre de Fresas cocinadas en frió con flash de café, helado de rosas y cristal de regaliz, que ¡buá! Las fresas eran como de gominola, pero no, eran fresas. El helado de rosas.... nos llevan años de ventaja, voy a empezar a ir a las floristerias a mordisquear las flores. El flash de café me lo comí, aunque no soy para nada seguidor de la cultura cafetera, y era como el típico flash que te comías de chaval, pero de café. Y no lo pone pero venía con un pétalo de rosa congelado en nitrógeno y cubierto de azúcar.
Después vino la Tostada casera con helado de toffee y aroma de naranja, que las tostadas a las que estoy acostumbrado yo tienen algo menos de leche, pero no dejaba de estar buena. Eso si, el helado a mi no me engaña nadie, eso eran caramelos Werther's Original! ¡Seguro!
Por último y por si no fuera poco, nos deleitaron con unas Galletas de mantequilla y nuez y unas Kukis de chocolate.
Lo dicho, un trato excelente, un lugar inolvidable, una comida digna de los mejores paladares cocinada por el maestro Javier Izarra ayudado por Audy Chávez. Nos sirvieron dos platos extras gracias a mi "contacto" el cual espero que esté mucho tiempo trabajando allí porque es su sitio y cada vez está más y más cerca de ser muy famoso.
Página web: www.akebasorestaurante.com
domingo, 10 de abril de 2011
Guinness y demás cervezas
No sólo de comida vive el hombre, por supuesto también necesitamos saciar nuestra sed. ¿Y por qué no hidratarnos y a la vez disfrutar?
Una buena cerveza es un arte, y como tal debe ir con su propio recipiente y ser servido siguiendo unas pautas. Cada marca tiene su tipo de vaso con su forma y se tira de una forma diferente desde barril y desde botella. Además también hay que beberlas de forma particular.
Todo esto viene a mi reciente viaje a Alemania y a que ayer por segunda vez me atreví a pedir una Guinness de botellín. La primera vez no tuve muy buen resultado con este formato de Guinness y era reacio a volver a tomarla si no es servida de barril. Pero ayer me dió por ahí y, oh, sorpresa, no salió tan mal como esperaba. Obviamente no era de barril pero tampoco era el orín de roedor que sirven en el Molly Malone de Estraunza, lugar que prefiero no criticar porque no podría superar una nota de -1 sobre 5. Nunca, repito, nunca, jamás, vayáis ahí a pedir una Guinness o una Murphy's puesto que tiran la cerveza de una vez, cuando la Guinness si es de barril se ha de tirar en dos tiempos y en 119.5 segundos. Se agria completamente la cerveza y cuando llevas bebida la mitad eres incapaz de acabarla y te empieza a sentar mal en el estómago. Y me ha pasado dos veces, pero no una tercera.
Continuemos. Bien, os pongo un video de cómo servir una Guinness de barril. Lo normal es que ninguno pueda acceder a servirla así, pero os podréis fijar cuándo os la sirven bien o no en un bar:
Lo más seguro es que en vuestras casas y en bares no oficiales optéis por tomar una Guinness de botella. Hay varios tipos, la Draught que es la misma que la de barril, la Extra Stout y la Foreign Extra Stout.
Voy a suponer que os ponen una Draught ya que es la más habitual. Aquí podéis ver cómo se sirve:
Y ya de paso os pongo también el de la Foreign Extra Stout:
Una Guinness bien servida además de tener el trébol dibujado en la espuma (no se ve todos los días) debería ir dejando aros de espuma a lo largo del vaso.
Nosotros solemos frecuentar dos irlandeses, uno en Bilbao y otro en contadas ocasiones en Sopelana. El de Bilbao es el Irish Stone's situado en Avenida Madariaga, en Deusto. Allí siempre vamos a celebrar St. Patrick's y el Arthur Guinness Day. Cuando hay mucha gente sirven las cervezas bien, aunque sin trébol.
En el de Sopelana, el Brendan Isle si no me equivoco. Aquí si, no falla el trébol y las pintas bien servidas.
Dejándo de lado esa maravillosa cerveza pasemos a hablar ligeramente de otras como Paulaner. Hay varios tipos de esta cerveza de trigo pero yo sólo conozco dos, la normal y la Salvator con un ligero toque de miel.
La primera me la han servido en una auténtica tasca alemana, con un vaso alto de la marca, inclinándolo ligeramente en el tirador y dejando caer suavemente el líquido por la pared del vaso hasta llegar casi al final, momento en el que se pone el vaso recto y se echa espuma. Quedan unos cuatro o cinco centímetros de densa espuma que hacen que se te caiga la baba.
La Salvator sólo la he visto en botellín, y según nos recomendó el dueño del irlandés de Deusto, se debe tirar lo que se va a beber. Servida en jarra de la marca, se inclina un poco la jarra, se vierten unos 3 dedos de cerveza, se pone derecho el vaso y se llenan otro par de dedos de líquido que al romper forman la espuma, y el resto se deja en la botella. Cuando acabamo lo del vaso, volvemos a repetir y así hasta acabarla. Se supone que la cerveza se mantiene perfecta dentro de la botella y así no desperdicias su sabor.
Luego tenemos la Franziskaner, que nos cuenta cómo servirla de botella el hermano Helmut:
Otro día más.
Página web de Guinness: http://www.guinness.com/es-es
Página web de Guinness en inglés: http://www.guinness.com/en-us
Página web de Franziskaner: http://www.franziskaner.com
Página web de Paulaner: http://www.paulaner.de
Una buena cerveza es un arte, y como tal debe ir con su propio recipiente y ser servido siguiendo unas pautas. Cada marca tiene su tipo de vaso con su forma y se tira de una forma diferente desde barril y desde botella. Además también hay que beberlas de forma particular.
Todo esto viene a mi reciente viaje a Alemania y a que ayer por segunda vez me atreví a pedir una Guinness de botellín. La primera vez no tuve muy buen resultado con este formato de Guinness y era reacio a volver a tomarla si no es servida de barril. Pero ayer me dió por ahí y, oh, sorpresa, no salió tan mal como esperaba. Obviamente no era de barril pero tampoco era el orín de roedor que sirven en el Molly Malone de Estraunza, lugar que prefiero no criticar porque no podría superar una nota de -1 sobre 5. Nunca, repito, nunca, jamás, vayáis ahí a pedir una Guinness o una Murphy's puesto que tiran la cerveza de una vez, cuando la Guinness si es de barril se ha de tirar en dos tiempos y en 119.5 segundos. Se agria completamente la cerveza y cuando llevas bebida la mitad eres incapaz de acabarla y te empieza a sentar mal en el estómago. Y me ha pasado dos veces, pero no una tercera.
Continuemos. Bien, os pongo un video de cómo servir una Guinness de barril. Lo normal es que ninguno pueda acceder a servirla así, pero os podréis fijar cuándo os la sirven bien o no en un bar:
Lo más seguro es que en vuestras casas y en bares no oficiales optéis por tomar una Guinness de botella. Hay varios tipos, la Draught que es la misma que la de barril, la Extra Stout y la Foreign Extra Stout.
Voy a suponer que os ponen una Draught ya que es la más habitual. Aquí podéis ver cómo se sirve:
Y ya de paso os pongo también el de la Foreign Extra Stout:
Una Guinness bien servida además de tener el trébol dibujado en la espuma (no se ve todos los días) debería ir dejando aros de espuma a lo largo del vaso.
Nosotros solemos frecuentar dos irlandeses, uno en Bilbao y otro en contadas ocasiones en Sopelana. El de Bilbao es el Irish Stone's situado en Avenida Madariaga, en Deusto. Allí siempre vamos a celebrar St. Patrick's y el Arthur Guinness Day. Cuando hay mucha gente sirven las cervezas bien, aunque sin trébol.
En el de Sopelana, el Brendan Isle si no me equivoco. Aquí si, no falla el trébol y las pintas bien servidas.
Dejándo de lado esa maravillosa cerveza pasemos a hablar ligeramente de otras como Paulaner. Hay varios tipos de esta cerveza de trigo pero yo sólo conozco dos, la normal y la Salvator con un ligero toque de miel.
La primera me la han servido en una auténtica tasca alemana, con un vaso alto de la marca, inclinándolo ligeramente en el tirador y dejando caer suavemente el líquido por la pared del vaso hasta llegar casi al final, momento en el que se pone el vaso recto y se echa espuma. Quedan unos cuatro o cinco centímetros de densa espuma que hacen que se te caiga la baba.
La Salvator sólo la he visto en botellín, y según nos recomendó el dueño del irlandés de Deusto, se debe tirar lo que se va a beber. Servida en jarra de la marca, se inclina un poco la jarra, se vierten unos 3 dedos de cerveza, se pone derecho el vaso y se llenan otro par de dedos de líquido que al romper forman la espuma, y el resto se deja en la botella. Cuando acabamo lo del vaso, volvemos a repetir y así hasta acabarla. Se supone que la cerveza se mantiene perfecta dentro de la botella y así no desperdicias su sabor.
Luego tenemos la Franziskaner, que nos cuenta cómo servirla de botella el hermano Helmut:
Otro día más.
Página web de Guinness: http://www.guinness.com/es-es
Página web de Guinness en inglés: http://www.guinness.com/en-us
Página web de Franziskaner: http://www.franziskaner.com
Página web de Paulaner: http://www.paulaner.de
sábado, 9 de abril de 2011
Foster's Hollywood: El ex-convicto
Puntuacion: 3,5/5
Fecha: 9 Abril
Lugar: Max Ocio. Barakaldo.
Precio: 39€ para dos personas.
Una preciosa mañana de sábado, salir de inglés y a hacer compras. Y como se hace tardepues a comer fuera de casa un día más.
Aquí.... no,....aquí...., bah, tampoco. Pues aquí, en el Foster's. He hecho unas cuantas críticas del Foster's Hollywood ya, y para no repetirme hemos decidido pedir algo distinto y así poder comentar cosas nuevas. Además hoy hay historia adjunta, y de las buenas. Y de las truculentas.
Hemos llegado a la puerta, no había cola y nos han venido a atender rápidamente. Nos han sentado en una mesa en la que había un viento huracanado que hacía volar las servilletas y hemos preguntado a ver si podíamos cambiar de mesa. Han aceptado aunque un poco a regañadientes y hemos ido a sentarnos a una mesa con asientos acolchados donde no pegaba tanto el aire acondicionado. Como acababan de comer allí estaba sin recoger y no nos han dejado sentarnos hasta que no la han limpiado (pasar un trapo húmedo). También nos han comentado que igual tenían movida porque claro, si alguien pide sofá cuando está esperando en la puerta y les dicen que si pues luego pueden tener cristo si no se lo dan. Si, he puesto esa misma cara.
Bueno, nos hemos sentado y mientras estábamos mirando la carta se han sentado al lado dos chicos y una chica, típicos de Barakaldo.
Después de pedir una ración de Bacon & Cheese Fries, un El Ranchero y un "Beverly Hills" Chicken hemos empezado a enterarnos sin querer de partes de la historia de nuestros vecinos de mesa.
Resulta que a uno de ellos lo acababan de soltar hoy a la mañana porque ayer le detuvieron en una pelea. El pobre chaval pasaba por allí y se quedó mirando, y claro, le detuvieron y se ha pasado la noche en comisaría. Además los agentes no le dejaban explicarse, cada vez que se giraba para hablarles mientras le esposaban le increpaban que mirase hacia delante.
La novia de este, muy desconsiderada, no hacía más que pedirle dinero para llamar por una cabina, y el chaval tenía todas sus pertenencias confiscadas en comisaría y no tenia dinero "cash". El otro amigo (porque eso es un amigo) se ha ofrecido por supuesto a pagarles la comida, que por cierto ninguno de ellos ha sido capaz de dar más de un bocado a su hamburguesa. Al chaval se le veía tranquilo, yo creo que no es la primera vez que está en el lugar equivocado en el momento equivocado, pero claro, la vida es dura.
Ha contado también alguna mini-historia de los compañeros de celda, gente que habitualmente también ha sido observada por un tuerto y tiene cierta mala suerte de estar donde no debe.
Vaya, que este anuncio no es más que la cruda realidad:
De mientras nosotros nos comíamos nuestra comida, esto era como asistir a una cena-espectáculo, pero no era cena y el espectáculo era una historia narrada en clave de cani. Muy a lo "Princesas de barrio".
Las patatas con bacon y queso como siempre muy buenas, algunas turraditas y el queso bien fundido. No falla.
A continuación nos han servido El Ranchero, carne picada a la parrilla con patatas y un par de panes de ajo muy buenos. La carne estaba en su punto, era consistente, no la típica carne picada poco compactada. Bien hecha por el exterior, costaba hincarle el tenedor, pero estaba jugosa por dentro.
El "Beverly Hills" Chicken eran dos medallones de pollo con bacon, queso fundido y salsa barbacoa por encima, sabía exactamente igual que el bocadillo de pollo a la barbacoa del Krunch. Venía acompañado de arroz americano, muy bueno, y una ensalada normal y corriente. El pollo era un poco mazacote, y la mezcla con el bacon.... deja a cada animal campar a sus anchas hombre, que en la granja no les ves ahí a los pollos retozando con los cerdos y viceversa, aunque en Telecinco si. Lo malo es que te traigan el refill cuando has acabado de comer, ¿qué vas a ayudar a pasar ahora por la garganta, aire? La pepsi es para comer, durante la comida, no para después de comer. Y tampoco es que estuvieran hasta arriba de gente.
Por último, y a pesar de que estábamos hasta arriba, nos hemos comido una buena Chocolate Storm que nunca puede faltar si se va a un Foster's. Plato estrella.
Página web: www.fostershollywood.es
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