Puntuación: 0,5/5
Fecha: 29 Octubre
Lugar: MegaPark (Barakaldo)
Precio: 18€ para dos personas.
Nada. No tengo nada bueno que decir de este sitio.
Otro sábado más que tenemos que comer fuera. Hace algún tiempo que no íbamos a MegaPark y hemos decidido acabar allí. Después de mirar alguna tienda nos hemos puesto a elegir restaurante.
Hace tiempo que llevábamos viendo un sitio llamado Chicken's Farm, donde sólo dan pollo. Puedes pensar que es algo estilo Coronel Kentucky, pero algo, un sexto o séptimo sentido, nos había avisado en ocasiones anteriores para que no entráramos allí. Pero hoy, a pesar de que ese sentimiento extraño estaba ahí hemos optado por entrar y darle un voto de confianza al sitio. Craso error.
Vemos la carta antes de entrar. La última vez que vimos el sitio no tenía ni la mitad de cosas que ahora, y hemos pensado que habían añadido (y mejorado) su oferta culinaria. Entramos, nos sentamos en una mesa de 4 libre, porque la única de dos que había libre tenía todavía la bandeja de los anteriores, y pensamos en qué pedir. Un menú Tractor para 2 personas. Supone 10 piezas de pollo (2 sticks, 3 alitas, 3 muslitos, 2 contramuslos, patatas, ensalada y 2 bebidas).
En cuanto lo tenemos pensado voy a la barra a pedir, tiene pinta de que como no vayas rápido empieza a crecer la cola y ahí te quedas.
Lo pido, lo pago, y mientras el anterior tio le pregunta a ver dónde está el número en el ticket me voy a mi mesa con dos cocacolas de máquina. Las 14:20h.
El 0,5 de puntuación se lo llevan porque al pasar el turno suenan pollos y gallinas para que estés atento. Tiene gracia las dos primeras veces.
Más de media hora después de pedir viene el chaval que atiende (hay dos personas para atender, cobrar y recoger mesas) y nos dice que a ver si nos podemos mover a una mesa de dos y dejar la de cuatro libre. Me muevo porque quiero mi comida, ya.
(Sonido de pollo) Número 627, nos toca. Las 15:15h. Previamente una pareja había vuelto a la barra con toda su comida a quejarse, supongo que por estar fría o poco hecha.
Me levanto y me acerco a la barra que la teníamos al lado. Cojo la bandeja, me indican que tengo mostaza, ketchup, mayonesa y aliño para ensalada a mi disposición y me ofrecen pan muy educadamente.
Empezamos a comer. La mostaza sabía más a vinagre que la propia vinagre. No les echemos la culpa a ellos, puede estar pasada sin más. La ensalada normal, sin más. Las patatas con cortes irregulares, pero no por ello van a ser frescas. No están demasiado calientes pero bueno, podría ser peor.
Pasemos al pollo. Si por esperar 55 minutos me hubieran dado unos de los trozos más sabrosos de pollo de toda mi vida pues vale, me hubiera callado. Pero no. ¿Sabéis ese pollo de los restaurantes bufet libre chinos? Pues el sabor igual, o incluso peor. Con una cobertura de fritanga aceitosa sin sabor alguno y con el pollo poco hecho (seguramente por culpa de esta coraza) te preguntas qué cojones han estado haciendo con mi pollo dentro de esa cocina durante ¡una hora! Vamos aver, si tardas una hora para hacerme bien la comida y que el pollo esté crujiente, vale. Si tardas una hora y me das un pollo frío, que no acaba de salir de una freidora porque estaría hirviendo, ¿qué has estado haciendo? Porque cocinar desde luego que no.
Sin ganas de acabar ese triste pollo y con menos ganas aún de pedir un postre para que tarden otra hora nos hemos ido para no volver.
Página web: Chicken's Farm
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