Puntuación: 4/5
Fecha: 15 Octubre
Lugar: La Alhóndiga. Bilbao
Precio: 15€ aprox. por persona.
Quedamos los de clase por la tarde, bueno, al final sólo estamos 2. Entre unas cosas y otras es difícil reunirnos. Como cabía la posibilidad de que mis amigos salieran a cenar y eran pocos también pues nos juntamos todos (seis en total) y nos fuimos a cenar después de estar tomando algo.
La idea original era ir al Tagliatella de Pozas, y allí fuimos sobre las 22:30h. Ya en la puerta se ve que hay gente esperando para entrar y que el local está lleno, y como no sabiamos cuántos íbamos a ser pues no llamamos para reservar. Que no hay sitio.
Punto y a parte de este tema, no se dónde está la crisis. Como bien diría Igortxo una semana más tarde, no todo el mundo tiene crisis, los que la tengan estarán jodidos pero los que no pues siguen tan ricamente. Si, es así. Pero la situación general del país es de una crisis, y de las malas, pero si vas a cenar por ahí cualquier día no te da la sensación de que el país esté sumido en esa profunda crisis de la que hablan. No veo que la gente salga menos que hace 4 años. Pero me estoy desviando del tema.
Llamamos al otro Tagliatella, al de Gardoki, y nos dicen que ahora mismo no hay sitio, pero que llamamos en 10 minutos y nos podrán decir si para las 23:15h tenemos una mesa. De mientras hacemos tiempo buscando otros sitios. Vamos a otro y lo mismo, lleno. Nos vamos camino de la calle Gardoki y a mitad de camino aparece La Alhóndiga, un antiguo almacén de vino de principios de 1900. Y sabemos que allí hay tres restaurantes, uno de ellos asequible económicamente. Entramos y como uno de los amigos conoce al gente de La Florinda, entra a preguntar y conseguimos una mesa para 6. En 5-10 minutos estamos sentados.
El local es curioso, tiene una cocina en mitad del restaurante, y una zona con lo que parece un self-service de bebidas y ensaladas.
Tiene unos ventanales enormes que dan mucha luz y vistas a la calle.
El mantel es la carta, así que puedes mirarlo todo el tiempo que quieras, pero claro, mientras lo mires no te vienen a tomar nota. A parte de que cuesta mucho decidirse porque hay cantidad de cosas y todas de diversas culturas.
Les tuvimos que llamar porque no venían, claro, llevábamos un cuarto de hora diciendo "no, no, no! esto, esto, que tiene buena pinta!". Pedimos un par de ensaladas, una para cada chica, y para los chicos una Fondue de queso y salchichas alemanas (las de carne no son fondues!! no me cansaré de decirlo nunca! una fondue de carne es una freidora!) para compartir y un plato de Cremoso arroz negro con txipis e Idiazabal, un plato de Risotto de Parmigiano-Reggiano, otro de Fideua de rape y langostinos con ali oli Suave y Tallarines con salsa carbonara.
No se si porque había bastante gente o si es que el queso de la fondue debe alcanzar un punto de fusión de 1300ºC pero tardaron un triunfo en servirnos la fondue. Las ensaladas las trajeron bastante antes si no recuerdo mal, no nos pareció del todo bien que unos comensales tuvieran la comida servida y otros tuvieran que esperar todavía un buen rato.
Bueno, por fin nos traen la fondue acompañada de pedacitos de pan crujientes y unas pocas salchichitas alemanas. Pues nada, a untar que esta muy bueno. Hay una vela debajo de la fuente de la fondue. Al principio pensamos que sólo era de adorno, cómo una triste velita podía calentar cosas. Pero 15 minutos después el queso seguía burbujeando, y si movías la vela burbujeaba por otra parte, justo encima de la vela. Curioso.
Después nos trajeron a cada uno nuestro plato. De mientras ellas seguían batallando con sus ensaladas. No había visto tanta lechuga junta nunca.
Las raciones, grandes, llenaban mucho. Mi risotto estaba muy bueno, el queso suave sin resultar empalagoso, el arroz no estaba demasiado líquido. Me acabé el plato con gran esfuerzo, tanto que luego no pedimos postre.
El ali oli que acompañaba a la fideua estaba tremendamente suave, no parecía un ali oli normal, el típico que vemos con el perejil y todo. Estaba algo más líquido y muy bueno.
Después apareció Igortxo para vernos acabar de cenar y más tarde el "Master" del universo que nos esperaba fuera fumando.
Todos salimos contentos con nuestros platos, y bien llenos.
Página web: www.restaurante-laflorinda.com
Nota: La wikipedia hace alusión a la Fondue de carne, pero se llama borgoñona, y en palabras del cocinero Audy, eso no es una fondue.
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