Puntuacion: 4/5
Fecha: 15 Octubre
Lugar: Barrainkua, 6. Bilbao.
Precio: 13€ por persona.
Bueno, bueno, bueno!! Empieza la vuelta al cole, las clases de inglés sábado-mañaneras y claro, se nos echa el tiempo encima y tenemos que comer fuera de casa.
Esta vez vamos a un restaurante nuevo, donde antes había un restaurante argentino. Bueno, este es restaurante y bar, pero más bar que restaurante. Pocas mesas para comer, pero se llena a las 15h de un sábado.
El bar tiene la pinta que veis en la foto, moderno, taburetes blancos y un "agitador" de cerveza Guinness que os aseguro no consigue el efecto de estar bien servida, aunque queda mejor que en manos de algunos cafres.
Nos atiende un tipo majo, que no viste como un camarero de uniforme, si no de calle y con un G-Shock GD-100 blanco en la muñeca derecha. Nos pregunta qué queremos para comer y pedimos un plato de Raviolis rellenos con salsa de setas y champiñones para cada uno y de segundo un Bacalao con salsa de tomate y ajo y un Entrecot con salsa de setas.
Esta vez vamos a un restaurante nuevo, donde antes había un restaurante argentino. Bueno, este es restaurante y bar, pero más bar que restaurante. Pocas mesas para comer, pero se llena a las 15h de un sábado.
El bar tiene la pinta que veis en la foto, moderno, taburetes blancos y un "agitador" de cerveza Guinness que os aseguro no consigue el efecto de estar bien servida, aunque queda mejor que en manos de algunos cafres.
Nos atiende un tipo majo, que no viste como un camarero de uniforme, si no de calle y con un G-Shock GD-100 blanco en la muñeca derecha. Nos pregunta qué queremos para comer y pedimos un plato de Raviolis rellenos con salsa de setas y champiñones para cada uno y de segundo un Bacalao con salsa de tomate y ajo y un Entrecot con salsa de setas.
No tardan mucho en servirnos, menos de 10 minutos, y eso que éramos los primeros en entrar a comer y seguramente todavía estaban organizándose en el cocina.
El plato de Raviolis estaba muy bien presentado, una buena ración de pasta, la salsa con abundantes setas y champiñones. Los raviolis bien cocinados, sin que se les quede agua en el interior, y estaban al dente.
Acabámos con ese plato y al de muy poco nos trajeron los segundos. El bacalao estaba bueno, acompañado con pimientos rojos y muy picante porque la salsilla de ajos llevaba también una cantidad de guindillas que parece que las exportaban.
El entrecot con buen grosor, como tiene que ser. Empezó dándome la sensación de estar algo duro, cortado al contra, con muchos nervios. Pero era sólo al principio, pillé una parte con nervios y ya porque luego estaba muy jugoso y suave.
Por último nos ofrecieron postre. Bombón helado y milhojas. El milhojas no me atrae, me parece seco y sabe sólo a hojaldre, nunca lo pido. Sorpresa al traerme el bombón helado, resulta ser un helado de Nestlé, de los de palo de madera. No digo que no me guste, me lo comí tan ricamente, pero me esperaba otra cosa.
Muy buen sitio para ir a comer. Y así fomentamos el comercio de Bilbao.
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