lunes, 1 de septiembre de 2014

L' Entrecot

Puntuación: 5/5
Fecha: 30 Agosto
Lugar: C\ Alameda Mazarredo, 65. Bilbao
Precio: 25€ por persona, bebida a parte.

Después de un día muy muy orientado a la fotografía sugerí a mi chica un sitio nuevo sobre el que había leído aquí.

Después de leer la noticia pensé que el restaurante estaría de bote en bote, así que decidimos pasarnos una hora antes de ir a comer para preguntar y si eso reservar un hueco. Nos atendieron como deberían atender en todos los restaurantes, con mucha amabilidad y educación, explicando lo que son y lo que quieren ofrecer, enseñándonos el local y con muchas ganas de agradar. Le dijimos que volveríamos a las 14:30 y nos fuimos a hacer alguna foto más por la zona del Guggenheim.

Al volver nos dan a elegir mesa, el local es pequeño, el antiguo Subway situado ahora en Licenciado Poza 46. Pequeño pero bien distribuido, buen ambiente para comer.
Nos vuelven a explicar brevemente el menú, ya que sólo hay un menú, ni carta ni nada más. Sencillo, directo.

De primero jamón de bellota de calidad, muy buen sabor, suave y riquísimo. De segundo dan a elegir un Volován de vieira con langostinos o un Txangurro relleno con mayonesa, pedimos ambos para poder probarlos. Muy muy buenos, cualquiera de los dos.

Por último el plato estrella, un Entrecote con su salsa secreta especial y patatas. Exquisito. Y la salsa, para bebersela. La salsa perfecta para el entrecote. Ahora te preguntas por qué ninguna otra salsa le queda tan bien. No sabría decir a qué sabe concretamente, ni quiero preguntarlo ni hacer como algún comensal que va de listillo intentando adivinar lo que no tiene ni idea de que es.

Por último un postre, a elegir entre Tiramisú y fruta. Pues tiramisú. A mi ni me va ni me viene, el café no me va. A mi novia si le gusta mucho el tiramisú y me comenta que esta bueno, pero no tanto como el del Coppola Bilbao.

La verdad es que es realmente recomendable el sitio, para repetir y llevar a amigos para quedar bien. La cantidad justa de comida para no salir a reventar ni quedarse con hambre, una muy buena relación calidad-precio a mi parecer. 

Espero que se haga un merecido hueco.

Página web: L'Entrecote - Bilbaoclick

domingo, 6 de julio de 2014

Pulcinella

Puntuación: 5/5
Fecha: 5 Julio
Lugar: C\ Reina Mª Cristina 3, Getxo
Precio: 60,60€ para dos personas


Pues entre que este año las vacaciones nos las han fastidiado un poco y que no vamos a estar juntos un par de fines de semana, el sábado decidimos ir a cenar. El sitio era sorpresa ella no tenía ni idea de a dónde ibamos.


El lugar es acogedor, con un trato excelente. Andrea habla italiano, te llama por tu nombre y te preguntan en cada plato si estaba todo a tu gusto. A las señoritas las trata de bellisima y ellas encantadas.
Abajo dispone de un bar y arriba hay unas 12 mesas en el comedor. Es recomendable reservar antes, al final acaba lleno el sitio. Tienen dos turnos para cenar, 21:30 y 22:15 y nosotros fuimos a éste último, somos de cenar más bien tarde.

Cuidan todos los detalles para hacer que la velada sea romántica y perfecta.


La carta tiene una gran cantidad de platos, mucho más variados que las típicas cadenas de restarurantes italianos. Nada más pedir traen un platito con aceitunas y una salsa parecida al ali-oli aunque mucho más suave para untar con el pan.

Para empezar pedimos una Focaccia al pesto genovese que es una pizza fina con queso, ajo, perejil y aceite, que como entrante esta muy bien. Parece más ración de la que luego es, se come sin problemas. Después pedimos unos Ravioli alla modenese, raviolis rellenos de carne picada acompañados con láminas de queso curado, nueces, unas pocas espinacas y vinagre de modena. Quizás haya partes que sepan demasiado a vinagre, pero sólo algunas, en general el plato está en su punto. La pasta bien hecha, el relleno abundante y el queso buenísimo.


Después una pizza Ai formaggi, una cuatro quesos. Muy buena pinta y mucho olor a queso (en eso consiste una cuatro quesos). Masa muy fina, se agradece porque no te llenas de pan. La pizza está deliciosa, el queso azul es un poco fuerte para mi gusto, tapa mucho el sabor de todo lo demás, pero por suerte solo está presente en un par de trozos, es inapreciable.


Al acabar nos traen la carta de postres, yo normalmente según veo la P de profiteroles dejo de leer... pero esta vez al ver la torta selva nera hice una excepción. Mala noticia cuando me dicen que no queda, ni profiteroles tampoco, pero Andrea me dice que lo deje a su elección, que me trae una sorpresa, e invita a mi novia a que pruebe ella del postre, que le va a encantar.


Dicho esto nos traen los postres y las dos cucharas para la signora, para que pruebe ella primero. Una Coppa tiramisu y una Torta della nonna que es una tarta de dos chocolates, galleta por debajo, chocolate con leche en su mayoría y una capa delgada de chocolate blanco; con nata y chocolate caliente a su alrededor. Qué voy a decir, squisita. Y el tiramisú también, delicioso.


Al pedir la cuenta llega el detalle que marca una cena perfecta. Un placer comer en este restaurante, y altamente recomendado para conquistar, re-conquistar y/o enamorar.


Página web: Pulcinella Getxo
Facebook: Pulcinella

domingo, 25 de mayo de 2014

La Fontana de Max Ocio

Puntuación: 3/5
Fecha: 24 Mayo
Lugar: Max Ocio, Barakaldo
Precio: 25,30€ para dos personas

El sábado decidimos hacer plan tranquilo los dos solos. Después del largo día fuera de casa con examen de inglés incluido pues nos fuimos a cenar a un italiano. Hay otro restaurante La Fontana en Bilbao, en la calle Máximo Aguirre número 7. Hay diferencias entre ambos, y no debería haberlas puesto que son de la misma cadena.

En Bilbao según entras hay un ambiente de más calidad, a la par de un Tagliatella. Los manteles aparentan ser nuevos, es un local muy amplio, con mesas en plan reservado. El de Max Ocio es más de batalla. Los manteles están roídos, están todas las mesas apelotonadas,... da menor sensación de esa calidad.

Había bastante gente, pero nada más llegar nos sentaron en una mesa para cuatro. Nos extrañó habiendo mesas de dos libres, no suelen desperdiciar las mesas así como así en los restaurantes. Nos trajeron la carta y decidimos rápido. Parpadelle con salsa Fontana y pizza Carbonara. Nos trajeron un poco de pan y los típicos palitos de pan con mantequilla. Sin mucho esperar nos trajeron la pasta, una ración suficiente para dos, ni mucho ni poco.

La salsa estaba muy buena, con champiñones y con un excelente sabor. El problema de los parpadelle es que es una pasta como un tallarín pero más ancho con lo que al repartirla en los platos hay que tener mucho cuidado para no empezar a salpicar la salsa por la mesa.


Cuando estábamos acabando llegó una pareja un tanto peculiar, un chico acompañado de un travesti. Que se notaba que no era mujer por la voz grave que tenía, las facciones de hombre y porque siempre van enseñando más de lo que una mujer enseñaría.

Al acabar la pasta  no tardaron en traernos la pizza. Aquí es donde prefieres otro restaurante italiano. La base era de las congeladas, y se notaba porque estaba dura, pero no crujiente. El resto de la pizza estaba bien, buenos ingredientes, pero la base lo fastidiaba un poco. Tras esto no podíamos con el postre así que pedimos la cuenta. Llegamos a pedirla en 4 ocasiones. Estuvimos a punto de marcharnos sin pagar, si no quieren traerme la cuenta no tengo inconveniente en marcharme, si ellos no quieren cobrar, allá ellos.

En la misma planta de Max Ocio próximamente abrirán un Tagliatella. La batalla por Roma está servida.

Página web: La Fontana 

Cervecera El Molino

Puntuación: 2,5/5
Fecha: 17 Mayo
Lugar: Arebeta Bidea 11, Berango
Precio: 42€ aprox.

Es sábado y vamos a cenar algo por ahí, después de pensar un poco nos decantamos por una cervecera. Y como nosotros otras decenas de personas, porque según llegamos allí y pedimos mesa para dos el camarero nos dice que tendremos una espera de entre 30 y 45 minutos. Era más o menos pronto y no teníamos prisa, y como ya estábamos allí.....pues decidimos pedir algo para tomar y esperar.
No sé muy bien por qué por allí se paseaban un par de parejas un tanto....sacados de MYHYV (que cómo será el programa que ni siquiera saben que las conjunciones, preposiciones y artículos se omiten en las siglas). Como no es un blog de crítica de moda lo dejaré pasar, pero tela con aquellas recauchutadas y demás canis y chonis.

Llevaríamos esperando como 20 ó 25 minutos cuando nos avisaron, después de que una mesa de seis personas no apareciese a su llamada.

Nos sentamos al lado de la chimenea de la entrada, y como hacía tiro al exterior y había corriente me moví de sitio. Tras decidir qué comer pedimos una ración de croquetas caseras, unas gambas al ajillo y un escalope y un cordón bleau de ternera.

Todo más o menos rápido, primero las croquetas seguidas de las gambas y por último los segundos platos. He de decir que con uno de los dos segundos platos para compartir entre los dos hubiera sido suficiente, las raciones son amplias. Además acompañan los platos con patatas y pimientos rojos.
Las gambas al ajillo estaban muy buenas, recomendables. Las croquetas pues ni bien ni mal, caseras y listo.

A mitad de comida, en el segundo plato, veo como una camarera subida en el escalón que separa la zona de barra del comedor mira al suelo fijamente y pone cara de asco. Los de la mesa de al lado se quedan mirando también, y un camarero con platos en las manos lanza lentamente el pie y se oye un visceral ccrrraaaacckksss. Una cucaracha. En mitad del comedor.
Me imagino que pasa hasta en las mejores familias, que cualquier restaurante decente puede tener una o dos cucarachas y más cuando tiene campas a su alrededor, pero no quiero verlas, ni oirlas crujir. Llamadme raro pero no me abre el apetito. Tampoco me dan arcadas pero entiendo que no es de muy buen gusto.

Dejando de lado el pequeño incidente, no pudimos acabar el segundo plato por estar llenos, y pedimos un postre para compartir. Una tarta de queso. Y nos trajeron una gelatina de tarta de queso, que no sabía a queso, y con una base de galleta compactada y maciza.

Al día siguiente llevé a Jurrus allí porque había quedado para comer después de una bonita visita a la concentración de clásicos de Plentzia; y la cervecera estaba aún más llena si cabe, con cola de gente por el exterior del local.

Página web: El Molino

domingo, 11 de mayo de 2014

Tagliatella: Ahora en Gran vía.

Puntuación: 3,5/5
Fecha: 10 Mayo
Lugar: Gran vía 55, Bilbao
Precio: 22€ por persona

Después de pasar todo el día por ahí sin parar y pensando qué hacer a la noche, hablando con mis amigos decidimos ir a cenar al nuevo local de Tagliatella recién abierto en Bilbao. Sobre las 20h llamé para reservar una mesa para 3 amigos (entre ellos el viajero), mi novia y yo.

A las 22:30h, puntuales, nos presentamos allí y pedimos nuestra mesa. Esperamos unos minutos y nos sientan en una mesa al fondo del local, justo en las escaleras de acceso al restaurante del piso inferior. Como dijo el viajero: "Hemos conocido mujeres menos estrechas que esta mesa". Ninguna frase expresaría mejor esa sensación.
Nos sirvieron las típicas aceitunas de espera y comentamos que sería mejor cambiarnos de mesa, sabiendo que había un comedor en la planta inferior. Según llegó la camarera se lo dijimos y ella fue a preguntar por una mesa libre para nosotros. Volvió triunfante y la seguimos por las escaleras, con el viajero llevando el plato de aceitunas consigo. Cuando ya había recorrido todo el piso inferior detrás de la camarera se dieron cuenta de que no había mesas libres, a su vez nos lo comentaba una especie de encargada a los demás. Vuelta a la mesa estrecha a esperar a que nos preparasen otra. Y seguíamos a vueltas con las aceitunas, que se iban paseando por todo el restaurante.

Unos minutos después, ya nos estabamos sentando en otra mesa, de igual tamaño pero esta vez mejor distribuidos y en la que estábamos a nuestras anchas. Y nos trajeron otro platito de aceitunas, de regalo, aunque nosotros ya teníamos el nuestro. El que no corre, vuela.

Al leer la carta se comentó que había variaciones con respecto a otros Tagliatella, que faltaban cosas o que había otras distintas.
El viajero pidió una pizza Prosciutto si no recuerdo mal, otro pidió una Insalata Tagliatella sin saber que debía elegir un aliño y los tres que faltábamos íbamos a compartir tres platos: un Risotto Mare monte, Ravioli Nero di Sepia con salsa Salame e verdure y una pizza Al parmigiano. Y para todos pan de la casa.

No tardaron mucho en traernos la ensalada y el risoto, y le preguntaron al viajero a ver si la pizza era para él. Con un NO rotundo y moviendo la cabeza nos quedamos todos pensando, "sí, es para ti". Y se lo dijimos al camarero. Él había entendido a ver si la pizza era para compartir. Entre lo de la mesa y las aceitunas... se veía venir. Empezamos con el risoto porque su pizza iba a tardar un rato y se iba a enfriar la comida.
La ración era más grande de lo que recordaba de otros Tagliatellas de Bilbao, no así de otros sitios. Igual es que han decidido ampliar las raciones. Estaba bueno, como siempre. Lo bueno de comer en las franquicias es que te aseguras que siempre mantienen una media de calidad, y que la comida está casi siempre igual. Si pides un risoto hoy, el mismo dentro de un mes, y dentro de seis meses, siempre está hecho igual.

Por fin trajeron la pizza que faltaba, y yo a éste no le había visto comer una pizza con aceite en la vida. Igual es que no ha coincidido que haya ido a un Tagliatella con él y que hayamos pedido pizza, o es que no me fijo a veces en ciertos detalles.
Comentamos también la nueva norma sobre las aceiteras en la hostelería, pero claro, ahora estoy leyendo que hay "vacíos legales" como poner ramitas aromáticas en el aceite, y voilà, ya está permitido rellenar la aceitera.

Nos trajeron nuestro segundo plato, otra buena ración. Nunca había probado la pasta negra, y mi novia no es de comer mucho verde que digamos, aunque poco a poco va probando algunas cosillas, si no le gustan ya me las como yo :D

La verdad es que a verduras, lo que son verduras, no sabía. Por ninguna parte. La salsa sabía más a piñones, desconocidos por el ciclista, que a verduras. Pero estaba muy bien de sabor. Había un gran contraste en el plato con la pasta de color negro y la salsa amarilla con trocitos de bacón. La verdad es que repartiendo entre tres, da a probar más platos sin llegar a cansarte con la cantidad.

Por último llegó nuestra pizza, olía muy bien y sabía muy bien. La probé con aceite y la verdad es que potencia un poco el sabor, pero ya de por sí estas pizzas suelen ser un poco aceitosas y añadirle más condimento hace que tengas la boca demasiado oleosa.
El ciclista seguía lento pero constante con su insalata, siempre ha sido de comer muuuuy lento, aunque hay que decir que la ensalada era bastante grande.

Al recogernos los platos empezamos a notar como una ola de frío proveniente de Noruega... digo... del aire acondicionado nos soplaba queriéndonos echar del restaurante. Tuvimos que ponernos los jerseys para no pillar un resfriado.

Por último, decidimos pedir el postre. Tres Cioccofondente, un helado de chocolate y un Tutto cioccolato, y acabamos discutiendo sobre la longitud de los versos de los pareados.

Como siempre, buenísimos los postres.

Página web: Tagliatella Gran vía.

Coppola Bilbao

Puntuación: 4,5/5
Fecha: 9 Mayo
Lugar: Barraincúa 6, Bilbao
Precio: 34€ aprox. para dos personas

Aprovechando que tenía mi chavala el viernes noche libre, fuimos a cenar. Como hace una semana tuve antojo de pizza pero no pudimos satisfacerme, esta vez sí íbamos a comer pizza.

Buscamos algún sitio que no fueran los típicos Foca Nicanora, Domino's, etc. Quería probar un sitio nuevo. Y saltó el Coppola Bilbao., abierto hace un año.

Fuimos sobre las 22h y la verdad es que me esperaba un local más grande por las fotos. Es acogedor, con la cocina acristalada al fondo donde puedes ver a los cocineros en plena faena. Preguntamos por una mesa para dos y nos comentaron que estaban llenos, que podíamos comer en la barra o en la contrabarra. Decidimos sin mucha convicción que en la contrabarra estaríamos mejor y nos indicaron que la carta estaba a la entrada, escrita con tiza en la pared.

Mientras decidiamos que pizza comer, y sobre todo si nos quedábamos allí porque no nos acababa de gustar la idea de comer semi de pie, con la gente pasando detrás de nosotros, nos indicaron que si esperábamos unos 10-15 minutos igual teníamos una mesa libre. Nos gustó la idea así que pedimos un par de mostos para la espera y acabamos por decidirnos por una pizza English breakfast con huevo, txistorra, mozzarella, bacón,...

Finalmente nos sentamos, al lado de la barra y el tocadiscos que usan cuando viene algún DJ a pinchar, como comentan en otros blogs. Era una mesa alta, la misma altura que la barra, pero una mesa al fin y al cabo. En la mesa contigua había tres chicas inglesas y poco después se les acoplaría una más, que nada más llegar se puso a comer, casi sin decirles "hello". Como se ponen las extranjeras a chardonnay. Cómo les gustan los vinos a las extranjeras.
Debían sera habituales porque saludaron al camarero no sin echarle muchas miradas a lo largo de toda la noche, y el sabía lo que solían pedir.

No tardaron mucho en traer la pizza, tampoco tenía demasiado misterio. La mayoría de los ingredientes se podían preparar antes y despuñes es meterla unos minutos en el horno.
Me gustó mucho, la verdad es que cuando la pedimos pensaba que la txistorra iba a ser lo único que iba a saborear como suele pasar en otros sitios cuando pides algo con txistorra, que parece que no pides otra cosa, pero aquí la pusieron en su justa medida, ni mucho ni poco. El cortapizzas era de un tamaño nunca antes visto, como una rotaflex de grande. Y la pizza de buen tamaño, no te quedas con hambre, masa fina y bordes crujientes pero no quebradizos.

Nos comimos la pizza en un abrir y cerrar de ojos y pasamos a los postres. De verdad, cuando una comida o cena acaba con un buen postre, se convierte en muy buena. Un tiramisú y una tarta de queso. Tenían pinta de caseros por los recipientes.
La tarta de queso estaba... como decirlo... creo que no he probado una tarta de queso mejor en mi vida. Esponjosa como una mousse, con la cantidad perfecta de mermelada por encima que no tapa el sabor, el toque justo de queso y la galleta del fondo bien machacada y uniforme. Espectacular.

La única pega del lugar es que al ser pequeño se concentra bastante el ruido y por supuesto, lo recomendable es reservar para asegurarte una mesa.

Un acierto, para repetir.

Facebook: Coppola Bilbao

Regreso al futuro

Han pasado muchas, muchas, muchas cosas desde la última entrada del blog, hace 556 días, que se dicen pronto.

Han abierto restaurantes, cerrado muchos otros; ha habido viajes, cambio de trabajo..... Muchísimas cosas. Sin duda alguna la más importante es que tengo encauzada mi vida con la pareja perfecta, amante de los postres como yo, que me acompañará en la gran mayoría de críticas y que pondrá su granito de arena y aportará sus opiniones.

Al amor de mi vida le agradezco y le dedico este retorno ;)