martes, 29 de marzo de 2011

Las Tapas en Düsseldorf

Puntuacion: 4/5
Fecha: 27 Marzo
Lugar: Düsseldorf
Precio: 22€ aprox. por persona.
 
Bueno, primera crítica de un restaurante en el extranjero. Seguro que vendrán más.

Tocaba ir a Alemania por trabajo, y después de una semana realmente dura en la que comprobé que los alemanes están un poco sobrevalorados acerca de lo bien que trabajan llegaba el domingo y como no trabajábamos pues decidimos darnos un paseo por Düsseldorf, que nos quedaba a una hora de camino aproximadamente.
Allí después de tomarnos una buena jarra de cerveza mientras veíamos la carrera de Fórmula 1 (Petrvo está a tope) ya era hora de comer. Bueno, para los alemanes habia sido la hora de comer 2 horas antes y casi se acercaba su hora de cenar.
Teníamos intención de ir al famoso El Gitano pero en la "Calle de los 1000 bares" (habrá unos 200 y pico) había muchos otros lugares, de todas las clases y culturas, y en un callejoncito se juntaban unos cuantos restaurantes spanischen, así que nos decidimos por ir a Las Tapas, que estaba en frente de El Gitano.

 
Nada más entrar te saludan en castellano y cuando ya ves la carta en castellano sabes que no tendrás problemas para pedir. No hemos tenido pegas con el idioma en toda la semana, nos haciamos entender en inglés o con signos. Y sabemos que para pedir comida el mejor idioma es el del dedo índice. Además a estas alturas ya sabía más alemán que cuando salí de aquí.

Decidimos pedir unos entrantes, patatas bravas cuya salsa no era brava ni picante, pimientos de padrón y pulpo a la gallega, además de las aceitunas especiadas que te sirven por cortesía. El pulpo en su punto, algo que no todos consiguen, y los pimientos sin gabardina y perfectamente fritos, ni mucho ni poco.

De segundo yo pedí un solomillo con salsa de mostaza y los otros dos que venían conmigo pidieron una mezcla de pescados (salmón y merluza). Cuando llegó mi plato vi un enorme y grueso solomillo cubierto completamente por una salsa amarilla y pensé "bua! esto va a ser mostaza de la fuerte, voy a llorar como un nene", corté un trozo y a la boca. Increíblemente suave la salsa, y el solomillo en su punto. Venía con una guarnición de espinacas, que allí las guarniciones son abundantes y si no comes toda la guarnición te preguntan a ver si no te ha gustado. Me gustó, pero las espinacas no son plato de mi devoción así que deje como la mitad.

No hubo postre porque estábamos llenos y el conductor andaba con gripe y quería irse para el hotel.


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