jueves, 1 de noviembre de 2012

DownTown Bilbao

Puntuación: 3,5/5
Fecha: 26 Octubre
Lugar: Juan de Ajuriaguerra 8, Bilbao
Precio: 18€ por persona

Es viernes y me he cogido el puente este que se han inventado para descansar un poco, y que mejor manera de descansar que yendo a comer. Y vamos a un sitio nuevo, y no digo sólo nuevo porque no lo haya probado yo, si no porque lo abrieron en Agosto, hace dos meses.

El local está muy bien ambientado, tiene un aire formal y moderno.
Dispone de dos entradas, una da a la barra del bar y la otra directamente al comedor.

Nada más entrar esperamos un par de minutos a que nos atendieran, y solicitamos una mesa para dos. Nos sentaron en la mesa más cercana a la puerta, después de dos salones privados de los que dispone el restaurante para cenas y comidas.


El aire acondicionado es de esos de encendido a tope o apagado, no hay término medio. Pedimos que nos recolocaran porque sufríamos vientos huracanados pero nos dijeron que lo iban a apagar, y así lo hicieron.
Pedimos de primero unos macarrones y un carpaccio de langostinos, de estos platos con nombres un poco más largos que te dicen cosas sobre el plato pero que no lo entiendes. Y de segundo carré de costilla de cerdo y bacalao al pil-pil.

El primer plato venía servido en un plato de los que tienen un ala de sombrero demasiado grande y que parece que entra poca comida. En este caso tenía bastante fondo y la ración era generosa. Los macarrones estaban bien, la salsa era un tanto extraña de sabor, algo fuerte, pero no se hacía pesada.
El carpaccio de langostinos obviamente tenía langostinos crudos, pero a pesar del reparo que pueda llegar a dar comerlo, estaba muy bueno, tenía gran sabor.

Sin esperar demasiado nos trajeron el segundo plato, y apareció ante mí una ración de carré de costillas que no podría acabar, y no me suele gustar dejar comida en el plato. La salsa tenía un sabor fuerte de los sabores que obtienes cuando la carne es buena y está bien hecha. Estaba realmente rico, pero la ración era demasiado para mí en ese momento. El bacalao bien, en su punto, a estas alturas no debería ser difícil preparar un bacalao al pil-pil en ningún restaurante de Bilbao.

Y pasamos al postre. Pedimos copa de helado y brownie con helado. Se que a otros comensales del restaurante les preguntaron que sabor de helado querían, a mi no, directamente vainilla. El mismo helado que acompañaba al brownie. Pedí helado porque quería bajar un poco el carré y no quería meterme un brownie que tenía muy buena pinta, pero me llenaría aún más.

He oído alguna queja con el pan en este restaurante, que si tardan una eternidad en traerlo, que si sólo te traen un bollito,... Bueno, te traen una pieza de pan, que te dan a elegir de varios tipos de una cesta, pero como en otros restaurante sólo te dan una pieza de pan.
Imagino que todos los pequeños fallitos se irán solucionando con el paso del tiempo ya que es un local recién abierto.

Página web con menús y posibilidad de reservas: http://www.downtownbilbao.com

sábado, 25 de agosto de 2012

Bar Coffee & Tea Capuccino: Cómo hacer la digestión completa entre platos

Puntuación: 0,5/5
Fecha: 17 Agosto
Lugar: Gordóniz 2, Bilbao
Precio: 18€ aprox. por persona

 Decidimos hacer una cena pre-fiestas de Bilbao, para ir animándonos. Quedamos a la tarde como muchos viernes y como habíamos visto a lo largo de la semana que íbamos a ser pocos para cenar decidimos ir al egipcio, donde 3 personas en la barra pueden cenar bien.

Fuimos hacia el bar para ver cómo andaba de sitio y vimos que habían colocado una terraza en el exterior por el tema de las fiestas, como muchos otros bares y restaurantes. Al ir a entrar para ver si podíamos reservar justo salían hablando de reservas y les solicitamos una mesa de 6 (dadas a mis dotes de prestidigitador sabía que habría una persona más) para las 21:45h. Id recordando las horas porque serán realmente importantes en el transcurso de la historia.
Como faltaba una hora para sentarnos a la mesa nos fuimos a tomar algo a otro bar. Esperamos allí a los dos que faltaban y cuando faltaban 10 minutos nos dirigimos allí.

Al llegar, puntuales, les recordamos nuestra reserva y nos sentamos. La terraza tendría unas 10 mesas, de 4 a 6 comensales todas ellas.

Tras 20 minutos parece que se acuerdan de que estamos en esa esquina y vienen a atendernos por primera vez. Habíamos estado hablando de qué pedir para compartir y demás así que no tardamos mucho en hacerlo. Pedimos también las bebidas. Unos 10 minutos después teníamos las bebidas en la mesa y seguíamos charlando. Pasados otros 10 minutos nos trajeron el primer plato que habíamos pedido. Era un plato frío, humus, con pan de pitta para huntar entre todos. Lo habíamos pedido para probarlo, no nos gustó demasiado, pero eso lo habíamos asumido ya que estábamos probando comida nueva. Este plato nos lo sirvieron pronto porque al ser frío no es más que echarlo en el plato, tienen en la barra recipientes con humus para servirlos rápidamente.

Tras una hora sentados en la mesa ya nos habíamos acabado la primera ronda de bebidas y sólo habíamos comido un plato de humus para 6 personas. Cuando ya nuestro enfado se empezaba a hacer notable y la camarera era la segunda vez que ponía cara de circunstancias y juntaba las manos pidiéndonos perdón, nos trajeron la siguiente ronda de platos. Habíamos pedido cada uno un plato, y como las pittas vienen cortadas en 4, podíamos compartirlas fácilmente. Nos trajeron sólo 3 de los 6 platos. Además también habiamos pedido dos platos del falafel que comimos la otra vez que debería haber llegado en esta remesa. Pedimos otra ronda de bebidas.

Con el hambre que teníamos acabamos con los 3 platos en un pis-pás y seguimos esperando. Serían ya las 23:10 cuando viene la camarera a recoger los platos y pregunta "bueno, ¿queréis postres?" a lo que respondimos "si, pero cuando acabemos de comer lo que nos falta todavía" y ella sorprendida nos preguntó a ver qué faltaba. Cuando le dijimos que faltaba más de la mitad de la cena dijo que "en seguida" nos lo traía todo.
Debe ser que los egipcios, como se guían por el Dios Ra y utilizan el sol para todo, al ser de noche los relojes de sol no funcionan con precisión y entonces la medida del tiempo no se hace tan exacta como se desearía. Total, que "en seguida" se convierte en media hora de espera.

Acabamos rápidamente con lo que nos traen, es como si no hubiéramos cenado nada. Nos traen una pitta de más, supusimos que era una pitta que ya echaría alguna otra mesa de menos o que algunos se habían hartado de esperar y les sobraba.
Ya hablabamos de qué decir a la hora de recibir la cuenta, aunque todavía faltaban los postres. En la carta aparecía que por el servicio en terraza se cobraba un 10%, entendíamos que nos condonarían ese 10% por que no se le podía llamar servicio a tener que esperar al transporte El Cairo-Bilbao para poder cenar unas pittas.

En los 10 minutos siguientes aparecieron la camarera y su hija un total de 5 veces a recoger todo lo de la mesa. Cada vez quedaban menos mesas con comesales en la terraza.
Alucinados por tanta atención repentina nos animamos a coger los postres, no sin ganas de preguntar primero cuánto iban a tardar ciertos postres, por si acaso.

4 coulants de chocolate, 2 trenzas y té del Rey. Fácil. El té no es más que hervir agua (unos de 5 minutos al nivel del mar, estando a más altitud herviría antes y a menos temperatura) y los coulants con 5-10 minutos en horno van que chutan, y si encima tiramos de microondas ni te cuento. 20 minutos. 20 condenados minutos en traer unos tristes postres. Que además nos los trajo una tercera camarera, yo creo que la camarera principal no se quería enfrentar a nuestras caras de desaprobación por decirlo suavemente.

Después de acabar los postres y con un hambre terrible después de haber digerido completamente toda la cena se acercaba el plato fuerte, la cuenta. La pedimos y nos la traen en menos de lo que tardas en contar hasta 10. Para esto sí se dan prisa. ¿Qué pasaría si ahora nos da a nosotros por tardar más de 3 horas en pagar la cuenta?

La analizamos detenidamente. No nos cobraron la pitta de más (sólo faltaba) pero sí que nos cobraban el 10% de servicio en terraza. Le comentamos a la camarera de buenas formas que después de tardar más de 3 horas en cenar no nos debería cobrar la terraza y ella nos comentó que el ayuntamiento les cobraba una pasta por la terraza para fiestas y que ese 10% no era por el servicio, era por el espacio. Aceptamos barco. Pero la camarera encima tiene la poca decencia de soltarnos "pero oye, habéis pedido postres y os podíais haber ido antes, no serán para tanto las 3 horas". Ahí, con dos cojones. Tardas 3 horas en darnos de cenar y cualquier plan que tuviéramos para después ya ha caducado, y encima la culpa es nuestra que nos pedirnos unos postres. Y ni oler las disculpas. Ni se le pasó por la cabeza pedir perdón por el lamentable servicio. Sólo añadió que claro, la cocina y el servicio van a distinto ritmo.
Pues si sabes que no puedes dar a basto a una terraza de 10 mesas cuando habitualmente casi te desborda el servicio en barra, no pongas una terraza. Nadie te obliga a ponerla. Pero claro, quieres ganar más dinero y pones una terraza pero no tienes capacidad para atenderla en condiciones. Mal negocio.

Viendo mi anterior crítica y ésta última saco la conclusión de que se puede ir a este sitio un día normal, pero ni se os ocurra, ni os lo planteéis, ir en fiestas de Bilbao porque la atención es y será pésima.

Bar Restaurante Gaztedi

Puntuación: 4/5
Fecha: 24 Agosto
Lugar: Alameda Rekalde 23, Bilbao
Precio: 15€ por persona

En plena Aste Nagusia prácticamente todos los restaurantes suben los precios de sus menús (no deja de ser el menú del día que la semana pasada costaba 2-3 veces menos) para que la gente que sale en fiestas, que es mucha, y la gente que viene a ver las fiestas les deje un buen fajo en la caja.

Pero sigue habiendo bares y restaurantes típicos de Bilbao de toda la vida que ya sean fiestas o no ponen su granito de arena para que pueda seguir siendo asequible comer en Bilbao. Y podéis pensar "ya, ¿pero en qué zona? seguro que tienes que coger 3 tipos de transporte para llegar". Pues no.
En frente del Club Deportivo en Alameda de Rekalde hay uno de esos sitios.

Según entras ves un bar con años pero muy bien cuidado, donde sabes que te pueden servir un buen copazo a precio de hace 6 años, con una barra de esas tapizadas en cuero tremendamente bien cuidado y los míticos taburetes de cuero. Es un sitio en el que no reparas habitualmente, pasas casi a diario por allí pero cuando te preguntan a ver si hay un bar en ese sitio no sabes realmente dónde ubicarlo.

No había mucha gente comiendo, el comedor del fondo tenía las luces apagadas y sólo estaban habilitadas las mesas de la entrada y la pared frente a la barra.

Pedimos mesa para dos y nos sentamos. Miramos el menú y elegimos Ensaladilla rusa y Anchoas rebozadas para mi y Ensalada mixta y Bacalao con pimientos para mi acompañante. Platos normales y corrientes, y caseros.

Unas raciones decentes, nada de quedarte con hambre. La ensalada mixta con todo lo que se le puede echar: bonito, huevo, tomate, lechuga, cebolla, espárragos, etc. La ensaladilla rusa con la catidad justa de mayonesa y sin el líquido que suelen tener otras en las que no escurren las verduras.

Nada más acabar de comer el primer plato nos sacaron el segundo, sin esperas. El bacalao en su cazuelita de barro y con pimientos rojos, en su punto.
Las anchoas bien rebozadas sin demasiada cobertura, serían una docena de ellas. Muy buenas.

Al acabar nos trajeron el postre, tarta de limón. Era más bien un flan de limón, completamente casero y muy bueno.

Todavía hay sitios en los que se puede comer bien y a buen precio a pesar de que sea verano y fiestas de Bilbao.

domingo, 22 de abril de 2012

Bar Coffee & Tea Capuccino

Puntuación: 4/5
Fecha: 21 Marzo
Lugar: Gordóniz 2, Bilbao
Precio: 15€ aprox. por persona

Pues como parece que vamos a quedar para salir pocos amigos les propongo ir a cenar y el amigo Haas comenta que quiere probar el "egipcio" así que hallá vamos.
Nuestro amigo Igortxo rechazó cenar con nosotros porque con una cena fuera de casa a la semana ya era suficiente para comer sano.

Segun llegamos vemos el panorama, lleno. Pero aún así decidimos entrar porque siempre nos lo encontramos igual.

El sitio no es muy grande, es más bien estrecho y lo más cómodo es comer en la barra, que está llena.

Miramos la carta y decidimos pedir dos Pitta Especial de pollo con verduras salteadas y una Pitta Shawarma (foto).

Para beber pedimos cerveza y nos ofrecen la cerveza libanesa que aceptamos con una simple mirada entre los tres.

Mientras esperamos a que se vacie algún hueco en la barra o nos den la comida, lo que antes ocurra, vemos que están dando el post-partido del Barça-Madrid. Unos señores de al lado gritan al marcar el Barça, lo curioso es que el partido había acabado media hora antes.

Les indicamos que no se sobresalten más porque el partido ha acabado, si se sorprendían tanto por el gol no se cómo no podían saber la hora a la que empezaba el partido, o que el tiempo de juego avanzaba extrañamente rápido por los cortes del resumen.

Se libraron un par de taburetes en la barra que ocupamos rápidamente. La comida todavía tardaría un buen rato. Es lo único malo, que tardan mucho en servir las pittas. De mientras disfrutamos de la rica cerveza que tan acertadamente nos han servido.
Nos las traen y enseguida apreciamos que puede que nos quedemos con hambre, así que tranquilamente empezamos a comer y pedimos que nos sugieran algo más para compartir. Nos ofrecen el Falafel.

La pitta especial de pollo contiene verduras salteadas y queso fundido. El pan de pitta está crujiente y es muy fino, no llena. El pollo es suave y está realmente bueno. La shawarma contiene carne asada, verduras y queso fundido.
No dejamos ni una miga en el plato y unos minutos después nos traen los Falafel, tres unidades de pequeños panes de pita estilo kebab con lechuga, tomate y una especie de mini-hamburguesa de garbanzos. Está muy buena y está bien para llenar el hueco que deja la pitta.

Por último decidimos coger algo de postre. Miramos la carta y pensamos en un par de tartas una de yogurt y otra de queso que nos costaría mucho diferenciar (y al camarero) y un bizcocho de chocolate con chocolate caliente en su interior. Nos recomendaron probar la "trenza" pero la dejamos para otro día. También nos invitaron a ver los postres en el local de al lado, La Canela, tetería-pastelería que compartía negocio con este local.

Nos trajeron de allí las tartas y el bizcocho y conseguimos diferenciar las tartas porque la de queso lleva los arándanos por encima.

Lo único no sano que cenamos fueron los siropes de las tartas, lo demás fue una comida ligera y muy buena.

Restaurante EntreMuseos

Puntuación: 3,5/5
Fecha: 21 Marzo
Lugar: Juan Ajuriaguerra 23, Bilbao
Precio: 16€ por persona

Sabado sabadete! Y como siempre, toca comer fuera. Este restaurante sustituye a la Gambrinus que había anteriormente. El local ha cambiado poco, un poco de pintura... et voilà, ya tenemos un nuevo local totalmente diferente.

Al entrar nos vamos acercando a la zona del comedor y al final de la barra preguntamos por una mesa para dos. Nos preguntan si tenemos reserva y mientras respondo que no miro al comedor vacío.
Nos sentamos y tenemos varias copias del menú impresas encima de la mesa, cogemos uno y pedimos Tagliatelle al huevo al ajillo y Espárragos trigueros con bacon y salsa de tomate de primero y Revuelto de pisto y Tacos de solomillo con curry amarillo de segundo.

Uno o dos minutos después ya tenemos los platos encima de la mesa, demasiado rápido. Tan malo es tardar horas en servir la comida como servirla sin darle tiempo al microondas a que haga "din".

Los espárragos trigueros parecen una ración escasa, 4 o 5 espárragos, una loncha de bacon y salsa de tomate. Los tagliatelle están al dente, quizá con demasiado aceite aunque no grasiento, un aceite con muy buen sabor.
Sin esperar demasiado nos traen el segundo plato. En este caso es el revuelto de pisto el que parece escaso pero no es así, y los tacos de solomillo una ración abundante.
El revuelto de pisto está bueno, es un plato fácil y barato y que es difícil hacer que quede mal. Los tacos de solomillo no tienen excesivo curry cosa que enmascara mucho el sabor de las comidas cuando se abusa de él. Los trozos de solomillo están bastante tiernos y jugosos y las patatas de acompañamiento muy buenas.

De postre pedimos una Ración de queso y una Tarta de chocolate de fresa y limón. El queso es algo fuerte, acompañado con nueces. La tarta de chocolate, no tenía nada de chocolate. Era un chocolate de fresa y limón, vamos una tarta con dos capas una de cada sabor, que estaba bastante bien.

sábado, 7 de abril de 2012

Pita Kebab

Puntuación: 0/5
Fecha: 30 Marzo
Lugar: CC Artea
Precio: 6€ aprox. por persona

Bien, he aquí el primer lugar con un cero absoluto, un cero de esos que sólo una calculadora logarítmica solar con teclas para cegatos consigue, un cero exacto. El pita kebab de Artea.

El año pasado acudí a este lugar regentado en aquellos días por otro par de individuos, más auténticos y más eficientes. Servían el kebab en plato, gran cantidad y buena calidad, y sobre todo rapidez. Pero los tiempos cambian. Y cambian a peor.

El viernes quedamos para tomar algo en el puerto y después de tomar una mierda de cocacola sin burbujas y con sabor a piscina, y de que el camarero entienda por "vaso de agua" un cubata de barceló-cola, fuimos a comprar unas cosas para cenar al día siguiente y de paso a cenar por allí. Todo lleno, lo que menos el kebab (haced caso a las masas...) y fuimos allí recordando aquel otro día en el que cenamos bien. Pues bien, cogemos una mesa libre y dejamos al cojo allí mientras jurrus y yo nos vamos a pedir.

Dos tipos atendiendo, ni turcos ni nada. Estaban atendiendo a dos personas antes de nosotros en la cola y estos ya parecían desesperados. Al de un buen rato amenizado por la conversación por whatsapp con nuestro amigo impedido les dan su cena a los que estaban esperando y llega el momento de cobrarles, toda una odisea. Entre que el tipo de la caja no había hecho una suma en su vida y que no tenía cambios.... prefiero no seguir y no faltar al respeto a nadie.

Les toca a los siguientes, justo delante de nosotros. Otra media hora de espera. Que lentitud!! pero que no es tan difícil!! Que en el kebab de Pozas sirven un kebab cada 30 segundos y aquí están media hora para hacer uno!! Y faltaba cobrarles, claro.

Bien, nos toca.
- "Hola, 2 kebab de cordero y uno mixto".
- "Estooo... cordero no, ternera".
Ternera, ternera,... de toda la vida han sido de cordero, seguro que en otros kebab la ternera es sagrada y por eso no la sirven. - "Bien, pues ternera".
- "Vale, entonces uno de ternera y uno mixto".
Ni sumar, ni oir, este chaval no ha visto ni de lejos un colegio.
- "NO! Dos de ternera y uno mixto". Ordenes sencillas y cortas, y faltaba el collar eléctrico.
Las instrucciones escritas en su papel fueron: "2 K + 1 M". Toda la conversación se resume en eso.

Media hora después, ya llevamos... más tiempo del que me hubiera gustado perder allí. Nos sirven los tres kebab y como ya nos habían dado las bebidas solo faltaba pagar. Eran dos tíos, entre los dos sólo atendían un pedido y encima me tiene que preguntar qué hemos pedido para beber. A este tío había que meterlo en una caja y echarlo en mitad del desierto. "Dos coca-colas y un agua" y entrego un billete de 20 euros. Le contesto que no tengo cambios y le veo que encima se anda pensando las vueltas cuando la caja registradora te hace esos cálculos desde hace años.

Ya de vuelta en la mesa y haciendo que les piten los oidos a estos dos mendrugos nos comemos el dichoso kebab que ni fú ni fá y nos piramos para no tener que volver jamás no sin antes dar gracias de que no hemos ido detrás de un grupo de 7 personas a pedir, seguro que cerraron el centro comercial antes de que les sirvieran la cena.

P.D.: Por lo menos no nos sentó tan mal como a estos: http://nikonako.blogspot.com.es/2007/11/el-pita-kebab-no-mola-una-mierda.html

sábado, 11 de febrero de 2012

Restaurante Atea

Puntuación: 1,5/5
Fecha: 10 Febrero
Lugar: Paseo Uribitarte, 4. Bilbao
Precio: 18€ aprox. por persona

Nada más llegar de otro par de semanas fuera quería comer en Bilbao y decidimos ir al restaurante Atea. Siempre que he ido a intentar preguntar para reservar o he pasado por delante lo he visto cerrado, pensaba que no abrían nunca, pero el otro día estaba abierto y entramos.

Nos preguntaron si teníamos reserva y respondimos que no mientras veíamos que apenas había tres mesas llenas y supusimos que no habría problema. Nos sentaron en una mesa y pedimos que nos sirvieran lo que parecía el menú del día, la Fórmula 3 tiempos, que cada día cambia y no pone en ningún sitio lo que es, te lo cuentan ellos.

Nos trajeron unos "pintxitos" de merluza a la romana, crema de puerro y taco de salmón con mayonesa de eneldo. Sabores extraños pero comestibles. A la vez te traen el primer plato, sopa de pescado. No estaba mal pero como tenía almejas y tengo cierta aprensión a las txirlas porque en varias ocasiones me han causado indigestión pues la comí con algo de recelo.

Por último nos trajeron el muslo de pollo asado. Lo que no te dicen es que tiene más sal que el Mar Muerto. Comer un pedazo y al instante se te seca y cuartea la boca, es como lamer un taco de sal con sabor a pollo. Llega un momento que a mitad del plato empiezas a notar la sal en el estómago y te tiemblan las manos por el excesivo contenido salino del pollastre. No me acabé el plato, y no suelo dejar comida en el plato.

De postre nos dieron un Milhojas de naranja, que estaba bien aunque soy incapaz de comerme un milhojas sin convertirlo en un millón-hojas.

Parece que tiene mucha fama el restaurante, y en un panfleto de la mesa aparece incluso una mención a que el concinero tiene medidas anticrisis (no será en este restaurante). Se come mejor y más barato en muchos otros sitios de Bilbao.

Página web: http://atearestaurante.com/

domingo, 8 de enero de 2012

Sausalito

Puntuación: 4/5
Fecha: 7 Enero
Lugar: Puerto Viejo (Getxo)
Precio: 15€ aprox. por persona

Después de varias semanas sin escribir aunque sí que he visitado varios restaurantes, toca volver a contar algo en el blog. Las 3 o 4 críticas que debería haber hecho tienen el problema de que las he ido dejando, y claro, acuérdate tú ahora de lo que comí aquel día. Pero entre viajes y demás no he podido llevar al día el blog.

Mi amigo el viajero llevaba tiempo comentándome que quería llevarme a comer al famoso mexicano "Sausalito" del Puerto Viejo de Getxo. Y por fin el sábado acompañados de nuestro amigo Sete fuimos allí, no sin antes reservar porque parece ser algo complicado tener mesa a veces.

Aparcamos sin mayor problema, aquello en verano es un hervidero de gente, pero el invierno es lo que tiene. Subimos unas pocas escaleras y llegamos a un conjunto de casas entre las cuales se encuentra este restarurante.
Siguiendo hacia delante vemos unas escaleras y subiendo por ellas está la entrada. Un sitio pequeño y acogedor con más bártulos que en cualquier mercadillo que hayáis visitado antes, tantos que se hace difícil hasta sentarse en según qué sillas.

Dispone de otro comedor en el piso de abajo, en el superior habría como 8 mesas para mo más de 20-25 personas.
Allí había trabajando dos personas, un cocinero que hacía escupir llamas a los fogones y la camarera.
Llegamos con la reserva hecha, nos sentamos y nos trajeros las cartas que tenían alguna que otra marca de uso. El viajero nos comentó qué solía pedir él cuando iba, más o menos lo que se pide para dos personas para que echáramos un cálculo y eligiéramos. Nos decidimos por un Burrito de pollo, una Enchilada verde y unas Fajitas de res para los tres. Las fajitas hay que pedirlas con tortas de más, sólo te dan 3 por defecto pero no da para la cantidad de carne que las acompaña.
Para beber me fijé que un señor de la mesa de al lado tenía una John Smith's que es lo que bebemos en Manchester estas semanas que he estado fuera (y voy a estar), así que me pedi una. La camarera dijo que no les quedaba, las que tenían estaban congeladas, y acabé pidiéndo una Coca-Cola, el viajero también y Sete una Budweiser.

Me habían advertido de que aquí tardaban mucho en servirte la comida. Puede que porque cuando perdimos no había mucha gente o porque teníamos una buena conversación entre manos pero no se me hizo larga la espera, no más de 15 minutos. De haber estado esperando sólo se hubiese hecho eterna pero hubo suerte.

Nos trajeron toda la comida a la vez, no entrábamos casi en la mesa pero así no teníamos que esperar más platos. La Enchilada verde tuvo que sustituir a mi plato por falta de espacio. Y empezamos a cortar las raciones.
La salsa verde de la enchilada era una curiosa mezcla de kiwi y aguacate que le daban un sabor nuevo mezcla entre dulce y picante. Aunque luego ya se sabe: lo que picante entra, picante sale.

El burrito estaba muy bueno, difícil de comer porque se deshace segun intentas cortarlo. Junto con el arroz y los frijoles que lo acompañan se consigue un burrito recién traido de México.
Por último, las fajitas. Tortas algo pequeñas, del tamaño de la mano que hacen que rebose a nada que eches una cucharada. Y claro, la llenas completamente con un par de cucharadas y luego toca pringarse. La comida que mejor sabe es la que mancha, todos lo sabemos aunque intentemos negarlo.
El problema de pedir fajitas de res en vez de pollo es que la carne es algo más dura y difícil de partir de un mordisco, por ello surgen problemillas a la hora de comerse las fajitas intentando no parecer que llevas una semana en ayunas.

No hubo sitio para el postre, parece que no pero llena bastante para cenar.
Merece la pena visitarlo, el precio es mejor que el del Charro Loco que yo recuerde y el ambiente es muy original.