Puntuación: 4/5
Fecha: 24 Agosto
Lugar: Alameda Rekalde 23, Bilbao
Precio: 15€ por persona
En plena Aste Nagusia prácticamente todos los restaurantes suben los precios de sus menús (no deja de ser el menú del día que la semana pasada costaba 2-3 veces menos) para que la gente que sale en fiestas, que es mucha, y la gente que viene a ver las fiestas les deje un buen fajo en la caja.
Pero sigue habiendo bares y restaurantes típicos de Bilbao de toda la vida que ya sean fiestas o no ponen su granito de arena para que pueda seguir siendo asequible comer en Bilbao. Y podéis pensar "ya, ¿pero en qué zona? seguro que tienes que coger 3 tipos de transporte para llegar". Pues no.
En frente del Club Deportivo en Alameda de Rekalde hay uno de esos sitios.
Según entras ves un bar con años pero muy bien cuidado, donde sabes que te pueden servir un buen copazo a precio de hace 6 años, con una barra de esas tapizadas en cuero tremendamente bien cuidado y los míticos taburetes de cuero. Es un sitio en el que no reparas habitualmente, pasas casi a diario por allí pero cuando te preguntan a ver si hay un bar en ese sitio no sabes realmente dónde ubicarlo.
No había mucha gente comiendo, el comedor del fondo tenía las luces apagadas y sólo estaban habilitadas las mesas de la entrada y la pared frente a la barra.
Pedimos mesa para dos y nos sentamos. Miramos el menú y elegimos Ensaladilla rusa y Anchoas rebozadas para mi y Ensalada mixta y Bacalao con pimientos para mi acompañante. Platos normales y corrientes, y caseros.
Unas raciones decentes, nada de quedarte con hambre. La ensalada mixta con todo lo que se le puede echar: bonito, huevo, tomate, lechuga, cebolla, espárragos, etc. La ensaladilla rusa con la catidad justa de mayonesa y sin el líquido que suelen tener otras en las que no escurren las verduras.
Nada más acabar de comer el primer plato nos sacaron el segundo, sin esperas. El bacalao en su cazuelita de barro y con pimientos rojos, en su punto.
Las anchoas bien rebozadas sin demasiada cobertura, serían una docena de ellas. Muy buenas.
Al acabar nos trajeron el postre, tarta de limón. Era más bien un flan de limón, completamente casero y muy bueno.
Todavía hay sitios en los que se puede comer bien y a buen precio a pesar de que sea verano y fiestas de Bilbao.
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