Puntuación: 1,5/5
Fecha: 10 Febrero
Lugar: Paseo Uribitarte, 4. Bilbao
Precio: 18€ aprox. por persona
Nada más llegar de otro par de semanas fuera quería comer en Bilbao y decidimos ir al restaurante Atea. Siempre que he ido a intentar preguntar para reservar o he pasado por delante lo he visto cerrado, pensaba que no abrían nunca, pero el otro día estaba abierto y entramos.
Nos preguntaron si teníamos reserva y respondimos que no mientras veíamos que apenas había tres mesas llenas y supusimos que no habría problema. Nos sentaron en una mesa y pedimos que nos sirvieran lo que parecía el menú del día, la Fórmula 3 tiempos, que cada día cambia y no pone en ningún sitio lo que es, te lo cuentan ellos.
Nos trajeron unos "pintxitos" de merluza a la romana, crema de puerro y taco de salmón con mayonesa de eneldo. Sabores extraños pero comestibles. A la vez te traen el primer plato, sopa de pescado. No estaba mal pero como tenía almejas y tengo cierta aprensión a las txirlas porque en varias ocasiones me han causado indigestión pues la comí con algo de recelo.
Por último nos trajeron el muslo de pollo asado. Lo que no te dicen es que tiene más sal que el Mar Muerto. Comer un pedazo y al instante se te seca y cuartea la boca, es como lamer un taco de sal con sabor a pollo. Llega un momento que a mitad del plato empiezas a notar la sal en el estómago y te tiemblan las manos por el excesivo contenido salino del pollastre. No me acabé el plato, y no suelo dejar comida en el plato.
De postre nos dieron un Milhojas de naranja, que estaba bien aunque soy incapaz de comerme un milhojas sin convertirlo en un millón-hojas.
Parece que tiene mucha fama el restaurante, y en un panfleto de la mesa aparece incluso una mención a que el concinero tiene medidas anticrisis (no será en este restaurante). Se come mejor y más barato en muchos otros sitios de Bilbao.
Página web: http://atearestaurante.com/